Mundo

María Corina Machado
La opositora María Corina Machado durante un mitin político previo a las elecciones venezolanas.cortesía

Elecciones en Venezuela: Esto es más épico que la batalla de Carabobo

ANÁLISIS | El liderazgo de María Corina Machado ha sido fundamental durante el proceso electoral en Venezuela

Venezuela está viviendo un momento épico. Quizá el más importante de su historia y, sin duda, uno de los más significativos de todo el continente. La movilización social que ha generado el inédito proceso electoral que se concreta este domingo 28 de julio con las elecciones, bajo el liderazgo de María Corina Machado, está cargada de un poder emocional y espiritual tan potente que es imposible negarle su esencia épica. Basta con ver los videos que recorren las redes sociales, sobre todo los de TikTok, para entender la dimensión emocional de lo que ocurre en Venezuela y donde vive la diáspora venezolana con alrededor de 7 millones de personas.

La escena del niño que llora con una bandera de su país al ver pasar a María Corina Machado y que termina abrazado de la líder que lo escucha con la ternura de una madre o la de la niña que con un teléfono en la mano y llorando le muestra al reportero las fotografías de toda su familia que vive en el exilio son tan poderosas que es imposible no conmoverse.

(Te puede interesar: Venezolanos, con un pie en Ecuador y el otro en su país)

Precisamente por la potencia espiritual de lo que se ha visto durante estas recientes semanas es que el gran historiador venezolano Elías Pino Iturrieta tiene razón cuando dijo, hace pocos días en su pódcast ‘Manual de malas maneras’, que los venezolanos “somos protagonistas de una épica” más grande que la de la batalla de Carabobo o Ayacucho.

Según el historiador, la épica venezolana es la de la reconstrucción de la república que fue destrozada hace ya 25 años por el chavismo. El historiador dice tener un episodio en su mente que es el que mejor grafica la épica venezolana: en una concentración en algún pueblo del país, Machado habla al micrófono, pero el sistema de sonido falla y casi no se la escucha. Una mujer se queja de que no la puede oír, pero un anciano que está junto a ella le recrimina: qué importa que no se la pueda escuchar porque lo que importa es que nosotros ya sabemos qué hacer.

Esa proeza, sin embargo, es impensable sin la figura de Machado. Montada en camionetas, en techos de carros, caminando cuando el gobierno le ha destrozado los caminos para que no pase y con rosarios que le cuelgan de su cuello, Machado ha desafiado todo obstáculo. Ha recorrido casi todo el territorio nacional por tierra porque le tienen prohibido subirse a un avión.

Y no es únicamente ella que lo desafía todo: hay una movilización de cientos de miles que también lo desafían todo, como las vendedoras de empanadas que le ofrecieron su mercancía a Machado a pesar de que sabían que las iban a sancionar con el cierre de su negocio o el oficial de migración que deportó a la asambleísta ecuatoriana Ana Galarza: luego de obligarla a dar media vuelta y regresar al Ecuador, le dijo: tranquila que esto se acaba el 28.

CNE VENEZUELA

CNE en Venezuela: "Esperen el escrutinio a la hora que ya sea irreversible"

Leer más

El periodista y ciberactivista Luis Carlos Díaz tiene una tesis sobre la condición emocional y espiritual de este proceso. Nunca, le dijo a EXPRESO, ha habido una movilización electoral que nazca del dolor. Normalmente una campaña electoral moviliza por la esperanza de cambio, pero esta lo hace sobre todo por el dolor. Es el dolor del abuelo que teme no conocer a sus nietos porque tuvieron que migrar, es el dolor de los niños por no poder volver a sus padres que tuvieron que salir dejándolos en Venezuela, es el dolor del padre del preso político del que no sabe nada de su hijo porque está encerrado en alguna mazmorra sin comunicación…

Son Machado y Edmundo González, el candidato que representa a la opositora, los que han recogido ese dolor y le han dado un cauce. Desde ese dolor, sostiene Díaz, se ha construido otro tipo de esperanza y el chavismo no puede apoderarse de eso. Díaz, al igual que el historiador Pino Iturrieta, tiene en su mente una imagen que, según él, representa la épica de Venezuela: el de un hombre mayor que, al borde del llanto, exclama ante las cámaras y exclama: “yo quiero volver a tomar la sopa con mis muchachos”.

María Corina Machado
María Corina Machado fue inhabilitada para ejercer cargos públicos, pero su liderazgo ha sido clave en el proceso electoral venezolano.Cortesía

María Corina Machado ha logrado despertar, según Díaz, ese conjunto de emociones gracias a que su figura de mujer dura y determinada se ha convertido en la de una mamá que abraza el niño doliente, al padre que quiere volver a tener a su familia cerca, a la madre que no quiere que su hijo adolescente tenga que salir del país en búsqueda de libertad.

La misma Machado se lo dijo a los periodistas extranjeros el jueves pasado: “si se toma esto como algo electoral se quedan en lo superficial. Esto es emocional y espiritual. Es la última oportunidad de los abuelos para abrazar a sus nietos. Entiendan: esto es distinto porque ahora los venezolanos son distintos”.

(Lee también: “Espíritu del 28J”: ¿De qué se trata la promesa de la oposición en Venezuela?)

En 2012, cuando Machado enfrentó sola a Hugo Chávez en el Congreso por su política de expropiaciones, este le respondió: “Águila no caza mosca, diputada”. Él era el águila. Ella era la mosca. Ahora todo indica que la mosca ha cazado al águila.

Para seguir leyendo EXPRESO sin restricciones, ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!