Un grito nocturno para frenar la violencia

Un grupo de jóvenes activistas del colectivo 'Feminist Collages Nueva York' se ha propuesto concienciar a los neoyorquinos sobre la violencia machista y la "opresión del patriarcado", con lemas "efímeros" pegados con la complicidad de la noche en lugares visibles y emblemáticos de la ciudad, para que perduren más que los gritos de una protesta.

Eligen para su acción la Quinta Avenida, la salida de un metro transitado o, en la noche del domingo, el tiovivo del barrio de Dumbo, desde donde se disfruta de una de las vistas más reclamadas por los turistas, la del emblemático puente de Brooklyn y el perfil de la ciudad.

"Contra el patriarcado, el feminismo responde internacionalmente","¿Qué está haciendo el Gobierno contra los feminicidios? y "El 50 % de las ordenes de alejamiento logradas por mujeres contra sus parejas abusadoras son desobedecidas" fueron los tres mensajes que una decena de activistas, entre las que había dos hombres, encolaron hace poco en este barrio del distrito de Brooklyn.

Papeles, tinta y muchos litros de cola son el arma de este pequeño grupo de jóvenes que, de momento, asegura que imprime sus mensajes en lugares donde sabe que no va a haber problemas con las autoridades, como paneles que cubren temporalmente edificios en obras o algunas zonas públicas.

Un total de 50 mujeres han participado desde el establecimiento del grupo en abril de este año, pero son unas 15 las que mantienen la actividad y promueven nuevas acciones o lemas, la mayoría de ellos escritos en inglés, aunque alguno también en español.

Chowi, una neoyorquina de origen peruano que se unió recientemente al grupo tras leer casualmente un mensaje que hacía referencia a una violación en Perú, es una de las jóvenes que ha salido esta noche a cincelar, papel sobre piedra, sus lemas reivindicativos.

"Me llamó la atención el collage y me comuniqué con el grupo para trabajar con ellas", explica a Efe Chowi, encapuchada antes de relatar que lleva años como activista participando en distintos movimientos, desde las protestas 'Occupy Wall Street' de 2011, hasta el movimiento Black Lives Matter de 2020.

Para Chowi, trabajar con este grupo le brinda un aspecto artístico del activismo que no le ofrecen otras actividades y confiesa que le gusta la idea de que el mensaje perdure después de que la que protesta haya terminado.

"Me gustaba la idea de dejar atrás un mensaje después de haber estado en la calle. Queda más tiempo que un grito", dice.

Pero también es consciente de lo efímero que son sus acciones, que apenas se mantienen impresas unos días, antes de ser retiradas o ahogadas por publicidad o todo tipo de anuncios de eventos.

"La belleza está en eso también, todo es temporal, sobre todo en una ciudad como Nueva York donde todo cambia al día siguiente, esto crece con la ciudad", concluye.

Además del inglés, el grupo ha empleado en alguno de sus carteles el español, la segunda lengua más hablada de la ciudad, y Chowi espera que con su participación en el grupo se peguen todavía más, sobre todo en el barrio de Brooklyn.

"Hay mucha población latina, por eso hablar del sexismo y el machismo en español es muy importante para que llegue a toda la gente", subraya.

Julia, una de los miembros de 'Feminist Collages Nueva York', asegura a Efe que el grupo forma parte del movimiento "Collages Féministes" que comenzó en París en agosto de 2019 y que se ha extendido por varios países.

Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebró el jueves, varios de estos grupos tienen pensado publicar fotografías de lemas inscritos en lugares emblemáticos de las ciudades donde actúan.

Por eso, eligieron  las escaleras que dan acceso al emblemático Carrusel de Jane, en Dumbo, para dejar la impronta de sus mensajes reivindicativos. Para que el mensaje pudiera identificarse con una imagen icónica de Nueva York.

"Este es un tema que afecta a todos, en todas partes del mundo y cualquier tipo de concienciación puede ayudar a formar una narrativa política", dice Julia, de nacionalidad italiana, y que ya participó en un acción parecida en Italia junto al grupo hermano del de Nueva York.

Pero para ella, participar en esta actividad es también "un tratamiento curativo", porque, según confiesa, en su pasado sufrió abusos y violencia machista.