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Sudán del Sur se acerca a su peor crisis humanitaria desde su independencia en 2011. /   EFEPablo Moraga

El hambre golpea por efectos de la pandemia

Más de 800 millones de personas sufrieron de seguridad alimentaria en el mundo, en 2021. Varios  Organismos planean su ayuda

Cerca de 828 millones de personas sufrían hambre en el mundo debido a los efectos de la pandemia y la crisis climática a finales de 2021, según las estimaciones de cinco agencias de la ONU que han advertido ayer de que, si la situación perdura, no se alcanzará el objetivo de eliminar el hambre en 2030.

El informe anual sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, en el que aún no se ven reflejados los nocivos efectos de la guerra en Ucrania, subraya que la pandemia, en particular, ha mostrado “la fragilidad de los sistemas agroalimentarios y las desigualdades”.

Imagen de archivo de ostras

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Desde el inicio de la crisis sanitaria, a finales de 2019, la cifra de personas sin acceso a los alimentos aumentó en 150 millones, mientras que el incremento fue de 46 millones en el último año.

La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Fondo de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo para la Infancia (UNICEF) plantean una inminente revisión de las ayudas actuales para afrontar esta ‘situación catastrófica’.

Además, el número de personas que padecen inseguridad alimentaria severa ha ido creciendo hasta alcanzar los 2.300 millones de personas en 2021, casi el 30 % de la población mundial, lo que revela un gran “retroceso en los esfuerzos por eliminar el hambre y la malnutrición”.

Los organismos prevén que si la situación actual prosigue, el objetivo de la ONU de “Hambre Cero” para 2030 no se logrará, pues la seguirán sufriendo 670 millones de personas o el 8 % de la población mundial, la misma cifra de quienes vivían con hambre en 2015, cuando se lanzó la Agenda de la ONU, por lo que los esfuerzos realizados desde entonces parecen haber sido en vano.

Y el futuro se plantea aún más preocupante tras el estallido de la guerra en Ucrania que ha causado graves perturbaciones en las cadenas de suministro mundiales y un aumento de los precios de los alimentos, energía y fertilizantes.

Las regiones más afectadas fueron Asia, con un 20,2 % de su población abocada al hambre en 2021, África con un 9,1 % y Latinoamérica y el Caribe con un 8,6 % de su población afectada. En esta última región, la inseguridad alimentaria afectó en 2021 al 40,6 % de su población de forma severa, especialmente en el Caribe y Sudamérica, donde “la desnutrición se ha doblado desde 2015”.

Otro dato alarmante es el aumento ‘catastrófico’ de las personas que no pueden permitirse una dieta saludable, 3.100 millones en todo el mundo en 2020, una cifra que se calcula que aumentará debido al alza de los precios provocados por la guerra de Ucrania.