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Fumio Kishida
Imagen de Archivo del primer ministro nipón, Fumio Kishida.EFE/EPA/JUNG YEON-JE / POOL

Hiroshima se blinda para la cumbre del G7 con el atentado contra Kishida

También se impedirá el acercamiento de drones a la zona mediante el bloqueo de ondas de radio

La ciudad japonesa de Hiroshima ha comenzado a blindarse con un despliegue policial récord para la celebración de la cumbre de líderes del G7 que tendrá lugar durante tres días a partir del próximo viernes 19 de mayo, con el intento de atentado contra el primer ministro nipón Fumio Kishida hace un mes aún presente.

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Unos 24.000 agentes serán destinados a la ciudad del oeste del archipiélago japonés, una cifra nunca antes vista para un evento fuera de la capital y que supera en mil el número de efectivos que se destinó a la anterior cumbre del grupo celebrada en Mie en 2016.

Las autoridades locales han comenzado a vigilar ya la ciudad y planean reducir a la mitad el tráfico durante las tres jornadas de reuniones para facilitar el movimiento de los dignatarios y minimizar potenciales altercados mientras en el país se respira un ambiente de cierta paranoia que ha dejado ya varias anécdotas.

La sede principal de esta cumbre de líderes del G7 es el Gran Prince Hotel Hiroshima, un lujoso hotel ubicado en la isla de Ujina, a cinco kilómetros del centro de la ciudad, a la que sólo se puede acceder a través de una única carretera o por vía marítima.

El acceso al puente que conecta la parte continental de la ciudad del oeste nipón con la isla permanece vallado desde el pasado 15 de mayo, momento en el que comenzó a restringirse el acceso en preparación de la cumbre que tendrá lugar entre los días 19 y 21 de mayo.

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La zona permanecerá precintada hasta el domingo, última jornada de reunión, al igual que las restricciones de tráfico a gran escala por toda la ciudad, con el objetivo de facilitar el desplazamiento de los líderes de Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón, Estados Unidos y Reino Unido, y de las potencias y organismos internacionales también invitados.

Las autoridades niponas pretenden reducir a la mitad el flujo diario de tráfico urbano, para lo que se ha instado a las empresas a practicar teletrabajo o dar vacaciones sus empleados.