Lula pide no votar en elecciones municipales al "imbécil que diga más tonterías"

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió este viernes 23 de febrero de 2024 no votar en las elecciones municipales de octubre al "imbécil que diga más tonterías" y resaltó que esos comicios serán clave para la mejora de la calidad de vida de la gente.

"Necesitamos aprender una lección. Este año habrá elecciones de nuevo y no podemos votar al imbécil que diga más tonterías o que más ataque a los otros", señaló el mandatario en la ceremonia de inauguración de una terminal de transporte en Río de Janeiro.

Lula acompañó en el acto al alcalde de la capital fluminense, Eduardo Paes, quien buscará la reelección en las municipales con el apoyo del jefe de Estado, que desde que empezó el año está en clima preelectoral y ha multiplicado sus viajes por el interior del país.

Las municipales se asoman como un nuevo duelo entre el progresismo que encarna Lula y la ultraderecha que lidera el expresidente Jair Bolsonaro, quien también está recorriendo la geografía nacional a fin de movilizar a sus bases de cara a los comicios, a pesar de que está inhabilitado por la Justicia Electoral.

Lula lleva semanas advirtiendo en sus actos públicos sobre la importancia que tiene saber a quién escoger para ser alcalde o concejal porque, según subrayó este viernes, "es esa gente la que va a cambiar o mejorar la calidad de vida de la gente".

En este sentido, sobre Paes dijo que es "un tipo que se preocupa en mejorar la vida de Río de Janeiro", ciudad que, en su opinión, necesita un cuidado especial pues es la carta de presentación del país en el extranjero.

En anteriores eventos de marcado sesgo político, Lula también demandó a su plataforma, el Partido de los Trabajadores (PT), salir a la calle para conocer la realidad de los votantes y ganarse su confianza en un momento en el que país está cercado por las "mentiras" que circulan en las redes sociales.

Las municipales, en las que se renovarán los alcaldes de 5.568 municipios, servirán también como un termómetro de la gestión del Gobierno de Lula casi a mitad del mandato de cuatro años y del ánimo del elector ya de cara a las presidenciales de 2026, a las que el dirigente progresista ya ha insinuado que pretende presentarse.

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