La Necrópolis protestante que revive en las noches de Málaga
El Cementerio Inglés de Málaga (España) se transforma en punto de encuentro con agenda cultural entre tumbas y monumentos sepulcrales
La necrópolis protestante más antigua de España, el Cementerio Inglés de la ciudad de Málaga (sur) se transforma durante las noches del verano español en un punto de encuentro en el que disfrutar de una intensa agenda cultural y mostrar sus tumbas y monumentos sepulcrales bajo una iluminación artística.
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Leer másEl proyecto se denomina ‘Las Noches del Inglés’ y ofrece un programa estival de conciertos, recitales, películas y visitas guiadas que acercan este emblemático lugar, declarado Bien de Interés Cultual, a la ciudadanía.
Fundado en 1831, el Cementerio Inglés supuso el principio del fin de una situación que por entonces no tenía un marco legal claro en España, donde la muerte de una persona no católica suponía su enterramiento fuera de las necrópolis.
En aquellos años, en Málaga era habitual que estas inhumaciones se hicieran de noche en la playa, enterrándose el cadáver de pie en la arena y dejándolo a merced de las mareas y los animales. Fue el empeño del entonces cónsul británico, William Mark -cuya tumba es una de las que se puede visitar actualmente- el que hizo posible, tras varios años de gestiones, la cesión por parte del Ayuntamiento de una parcela a las afueras de la ciudad para tal fin.
Cristina Rosón, miembro de la Fundación Cementerio Inglés, es la impulsora de la iniciativa que abre las puertas del cementerio a los visitantes.
Explica que, para atraer al público, ‘Las Noches del Inglés’ ofrecen una programación muy variada, desde tributos a la música ‘indie’ española a composiciones de Wolfgang Amadeus Mozar o la apuesta más experimental de Mar Louise son algunos de los conciertos que se desarrollan con la antigua capilla anglicana de St. George de fondo. Los que busquen conocer más de la historia local pueden asistir a la velada que une a la periodista Ana Pérez-Bryan y al músico Diego Lara, en un repaso de los hechos históricos del cementerio bajo una música ambiental. También hay visitas guiadas que permiten pasear entre árboles centenarios y conocer las personalidades allí enterradas bajo una iluminación decorativa.
Un zarpe tardío que terminó en naufragio
Leer másSegún el registro de enterramientos la primera persona que fue inhumada en el nuevo cementerio fue un tal Mr George Stephens, propietario del bergantín ‘Cicero’, que se ahogó accidentalmente en el puerto de Málaga en enero de 1831.
Entre las tumbas que se pueden visitar está la que rinde homenaje a las víctimas del naufragio del buque escuela de la Marina Imperial alemana, la fragata SMS Gneisenau, en 1900 frente a la costa de Málaga, en el que murieron 41 personas, entre miembros de la tripulación y gente local que acudieron en su socorro.
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Leer másTambién la del poeta español Jorge Guillén (1893-1984), que solicitó ser enterrado allí por la mezcla de culturas, y cuya sepultura cuesta reconocer por su simpleza, o la de la economista Marjorie Grice-Hutchinson, fallecida en 2003.
En la parte alta del camposanto se encuentran los enterramientos más antiguos decorados con conchas del mar. Uno de ellos es el de Robert Boyd, un joven irlandés que fue fusilado en 1831 en las playas de San Andrés por su apoyo al general español José María Torrijos, exiliado en Londres, en su conspiración para derrocar el régimen absolutista del monarca Fernando VII. Sucede que fue el primer cuerpo sepultado intramuros, cuando se le levantó un muro perimetral al camposanto.
- Este ambiente de recogimiento convive con la zona de terraza del cementerio, donde una ‘food truck’ o ‘gastroneta’ en español, sirve aperitivos y bebidas a los asistentes que desean alargar la noche.
“Desde el respeto a los familiares y a las personas que están aquí enterradas, pienso que no hay mayor celebración o mayor tributo a los que ya no están que celebrar la vida”, asegura Cristina Rosón.
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Leer másDurante más de 175 años el cementerio fue administrado por los sucesivos cónsules británicos con una pequeña aportación del gobierno de las islas que fue retirada en 1903, lo que hizo que poco a poco, el mantenimiento del camposanto y sus jardines fue decayendo hasta llegar a un estado de práctico abandono a finales del siglo XX, según se recoge de la información de la web del mismo cementerio.
El Cementerio Inglés de Málaga fue nombrado Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía en 2012 y está registrado en la asociación de cementerios significativos de Europa (ASCE) gracias a su gran valor artístico, histórico, literario y botánico.
- Por la muerte de un protestante
En Málaga, en 1831, la muerte de un protestante suponía un problema muy serio puesto que no existía un marco legal para tal eventualidad. Para realizar enterramientos no católicos las autoridades locales solo permitían llevar los cadáveres a la playa de noche a la luz de las antorchas para ser enterrados de pie en la arena dejándolos a la merced de las olas y los perros.
Cuando William Mark, que había sido testigo de estos entierros, fue nombrado cónsul británico en 1824 puso toda su dedicación en buscar un terreno que sirviese de cementerio para que los miembros de su comunidad pudieran recibir un enterramiento digno. Finalmente en 1829 las autoridades malagueñas le cedieron un terreno despoblado en las afueras de la ciudad cerca de la carretera de Almería y el cementerio inglés se hizo realidad, constituyéndose así como el Cementerio protestante más antiguo de la España peninsular.