Nicolás Maduro evita el voto opositor

Venezuela se prepara para las elecciones generales de julio de 2024. En estas, el autócrata, Nicolás Maduro, espera reelegirse en un nuevo periodo. Nuevamente, una ola de opacidad cubre los comicios y las denuncias sobre las irregularidades para la inscripción del candidato opositor y del voto de los venezolanos en el extranjero no han cesado. Lo más reciente: el bloque oficialista del congreso venezolano logró aprobar una resolución para retirar la invitación a los observadores electorales de la Unión Europea. Con estos antecedentes, Maduro despliega una estrategia política para mantenerse en el poder que ha sido especialmente rechazada por sus connacionales en el extranjero, quienes están imposibilitados de votar debido a una serie de restricciones dispuestas por el Consejo Electoral de su país.

Las oenegés Alerta Venezuela, Espacio Público y Voto Joven emitieron un informe que recoge los impedimentos que evitarán que casi cinco millones de venezolanos en el exterior no voten. La principal restricción fue que los migrantes que decidan votar deben tener un estatus de legalidad fuera de Venezuela. Esto perjudicó a los venezolanos con permiso de protección temporal en Colombia, con permiso temporal de permanencia en Perú, con visa de residencia temporal para venezolanos en Ecuador y a otros con residencia temporal en Chile, España y Alemania, según se cita en el informe.

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Con estas restricciones apenas 6.528 venezolanos en el extranjero pudieron inscribirse para votar. Por ejemplo, en Argentina, de los 220.000 migrantes de Venezuela solo pudieron registrarse 440. Las organizaciones de la sociedad civil indicaron que los migrantes experimentaron otros tipos de inconvenientes al acudir a los consulados como horarios limitados para el registro y demoras injustificadas para la asignación de turnos. El informe indica que “Venezuela aplicó retrasos deliberados para impedir el registro de venezolanos en el exterior”.

Quienes lograron registrarse también tuvieron problemas posterior a la inscripción. Según reportaron las organizaciones citadas, “muchos de ellos recibieron un correo electrónico desde el CNE en Caracas que indicaba que su registro presentaba “inconsistencias” y que debía regresar al consulado para corregirlas”. Para evitar los costos de movilización hasta los consulados, muchos venezolanos desistieron de corregir esas inconsistencias.

A esto se suma que en Ecuador y Estados Unidos, dos de los cinco países con mayor número de migrantes venezolanos, el régimen de Maduro rompió relaciones diplomática y ordenó el cierre de sus sedes diplomáticas dejando sin asistencia consular a más de un millón de connacionales. En el caso de Ecuador, la disposición de que la misión venezolana abandonara el país sucedió luego de la ruptura diplomática entre México y Ecuador. Sin embargo, antes de esto, los venezolanos en el país ya presentaron problemas para el registro electoral e incluso realizaron plantoneras y huelgas de hambre en los exteriores de la legación diplomática en Quito.

Adelys Ferro, directora Ejecutiva del Venezuelan American Caucus y migrante venezolana residente en Estados Unidos, en conversación con EXPRESO y explico que las medidas implementadas por Maduro en todas las elecciones buscan “desanimar o tratar de evitar que la mayor cantidad de opositores voten en las elecciones y una manera muy efectiva de hacerlo es poner todos los obstáculos posibles”. Para Ferro, si el régimen hubiera querido que los migrantes voten en el exterior, habrían recurrido a embajadas amigas en los Estados Unidos, como la de Brasil o Colombia, para que se celebren los comicios, “como se ha hecho en otras ocasiones, en emergencias humanitarias”. Ella sostiene que todos los impedimentos suceden porque “la inmensa mayoría por no decir todo el voto en el extranjero no lo va a favorecer” a Nicolás Maduro. En los Estados Unidos habrían votado 600.000 venezolanos.

Con Ferro coincide Jefferson Díaz, periodista experto en temas de migración y venezolano residente en Ecuador, asegura que hay una estrategia política de Nicolás Maduro: “(que) millones de personas puedan votar en tu contra, más los venezolanos en Venezuela que votarán en tu contra, es una mala combinación”. Es esta razón por la que el Consejo Electoral “no se la puso fácil a los migrantes”. En Ecuador, al menos 110.000 venezolanos habrían sufragado sin las restricciones del régimen.

Para Ferro deben reabrirse los consulados venezolanos en los Estados Unidos, pues no solo están impedidos de ejercer el derecho al voto sino de obtener sus documentos de identidad. Díaz sugiere que las oenegés que velan por los derechos políticos apoyen a los venezolanos porque “los migrantes no pierden esos derechos sólo por cruzar una frontera” y reitera la necesidad de que en Venezuela se respete la Ley Electoral.

María Corina Machado, líder de la oposición contra el régimen de Nicolás Maduro no pudo inscribir su candidatura luego de una inhabilitación judicial que le impedía el ejercicio de cargos públicos. Frente a esto, su reemplazante sería Corina Yoris, pero tampoco se le permitió el registro. Finalmente, la oposición logró candidatizar a Edmundo González, pero el juego sucio no terminó, según ellos han denunciado.

El 9 de mayo, el Consejo Electoral de Venezuela reveló la papeleta oficial para los comicios. Aunque hay 10 candidatos, la boleta muestra sus fotografías repetidas y en desorden, por ejemplo, hay 13 fotos de Nicolás Maduro. En el caso de González, este solo aparece dos veces, perdido en medio de las demás caras y sus fotos no son contiguas. Los otros candidatos, dispersos en el tarjetón han sido calificado por la oposición como personajes que “hacen el juego” al régimen de Maduro, pues la elección se centra entre el actual mandatario y el candidato de la coalición opositora.

Edmundo González, de 74 años, es un internacionalista que se ha ejercido cargos dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela. Ha sido embajador en Argentina y Argelia, entre 1993 y 2002. Él deberá enfrentarse a Maduro que busca un tercer periodo.

Nicolás Maduro llegó al poder en el 2013. El opositor Henrique Capriles perdió por menos del 2%. En el 2018, Maduro se reeligió en comicios cuestionados.

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