
El papa Francisco fallece a causa de un ictus cerebral
Jorge Mario Bergoglio y sus 12 años y 39 días de papado. Murió a los 88 años
El 13 de marzo de 2013, el cónclave vaticano eligió al primer papa jesuita, el primer pontífice americano y el primero en tomar el nombre de Francisco. Doce años y 39 días después, el mundo despide a Jorge Mario Bergoglio, el reformador que convirtió la humildad en poder y la compasión en revolución. Francisco, fallecido este lunes a los 88 años, a causa de un ictus cerebral que le causó un coma y un fallo cardiocirculatorio irreversible, según informó el Vaticano en su parte de defunción.
La fecha del funeral la decidirán este 22 de abril de 2025 los cardenales, en principio entre el cuarto y el sexto día después del fallecimiento. Se prevén 9 días de exequias y un plazo de entre 15 y 20 días para organizar un cónclave con 135 cardenales electores para elegir a un sucesor. Más de dos tercios de ellos fueron nombrados por Francisco.
Destacó por poner la dignidad humana de los excluidos en el centro de su discurso y por su voluntad reformista, aunque no llegó a revisar los dogmas más tradicionales de la Iglesia católica.
El primer papa latinoamericano de la Historia, fue también el primer pontífice jesuita y el primero no europeo en más de diez siglos. Popular entre los fieles del mundo entero pero enfrentado a una feroz oposición interna, el exarzobispo de Buenos Aires se posicionó como crítico del neoliberalismo.
El primer pontífice en elegir el nombre del santo de los pobres
El jesuita argentino, amante del fútbol y del tango, y mucho más desenvuelto en público que su tímido predecesor Benedicto XVI, destacó por su espontaneidad y temperamento enérgico, pero también por un estilo de gobernanza que se consideraba a veces demasiado personal. “Soy una persona impaciente. A veces tomo decisiones deprisa, con algo de autosuficiencia”, confesó en un libro de diálogos con personas en situación de precariedad de todo el mundo, publicado en 2022.
Jorge Mario Bergoglio fue el primer pontífice en elegir el nombre de Francisco, el santo de los pobres, cuyas enseñanzas inspiraron su pontificado.
Este “soñador”, que incluso admitía que se “dormía a veces durante la oración”, persiguió sin descanso su principal objetivo: reformar la Iglesia católica para que fuera más cercana a los desfavorecidos y marginados. “Cómo me gustaría una iglesia pobre para los pobres”, clamó tres días después de su elección.
El pontífice, marcado por la crisis económica argentina de 2001, también fue muy crítico con el neoliberalismo y puso el foco en la justicia social, la ecología y la defensa de los migrantes que huyen de la guerra y la miseria económica. “El papa involucró a la Iglesia en temas que estaban en el foco de las democracias occidentales, como el medio ambiente, la educación, el derecho”, señala Roberto Regoli, profesor de la Pontificia Universidad Gregoriana.

Líder humilde que pagaba sus propias cuentas de hotel
Francisco llegó a ser conocido también como el “papa impredecible”, un líder humilde que pagaba sus propias cuentas de hotel, llevaba su propio maletín y hacía sus propias llamadas telefónicas, algunas de ellas a viudas solitarias, a víctimas de violación o a prisioneros. Se vestía de manera sencilla, en contraste con sus predecesores. El apartamento papal, en el palacio apostólico, y las suntuosas instalaciones de verano en las afueras de Roma, en Castel Gandolfo, quedaron sin uso durante todo su pontificado.
Siempre mostró una gran cercanía con los fieles. Incluso durante la pandemia de coronavirus, nunca renunció a estrechar la mano a sus seguidores.
Durante su primera Semana Santa en el Vaticano, visitó una prisión de Roma donde lavó y besó los pies de los detenidos. Fue el primero de una serie de poderosos gestos simbólicos que contribuyeron a darle un perfil positivo y distinto al tradicionalista Benedicto XVI. En 2014, en su discurso anual a los principales cardenales de la Curia, el gobierno del Vaticano, el papa argentino provocó revuelo al enumerar quince “enfermedades” que sufrían los prelados, entre ellos “alzheimer espiritual” y “fosilización mental”.
Sus detractores conservadores llegaron a acusarle de “herejía” por su apertura a que los creyentes divorciados y vueltos a casar reciban la comunión.
Sus palabras sobre la homosexualidad, tema tabú para la Iglesia, también fueron juzgadas como demasiado tolerantes.


“Si una persona es gay y busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?”, dijo en su primera conferencia de prensa tras ser electo. Pero, pese a ser percibido como un progresista en cuestiones sociales, no se apartó de los fundamentos de la doctrina tradicional. Aunque en un gesto inédito, el Vaticano autorizó en diciembre de 2023 la bendición de parejas del mismo sexo, a la condición de que se realice fuera de los ritos litúrgicos, Francisco mantuvo que estas no puedan recibir el sacramento del matrimonio. Y su Iglesia siguió condenando las relaciones homosexuales, que califica de pecado.
Sellan apartamentos del Papa Francisco en el Palacio Apostólico y Santa Marta - Vatican News https://t.co/SWJ4sRVk6p
— Vatican News (@vaticannews_es) April 21, 2025
El papa también expresó su horror ante el aborto, comparando esta práctica a recurrir a “un asesino a sueldo”, y repitió que la familia está compuesta por un padre y una madre. Y, pese a haber nombrado a varias mujeres en cargos importantes dentro del Vaticano, decepcionó a quienes pedían una posición más radical.
El 14 de febrero tuvo que ser ingresado en el hospital Gemelli de Roma, aquejado de una bronquitis que le provocó graves dificultades respiratorias. Le diagnostican una neumonía en ambos pulmones que requirió un intenso tratamiento médico e hizo temer por su estado. Le dieron el alta el 23 de marzo.
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