
¿Qué pasa en Argentina? protesta de jubilados desata la mayor represión de Milei
Al menos 103 personas fueron detenidas y 20 resultaron heridas, una de ellas en estado muy grave
Lo que inició como una manifestación pacífica de jubilados frente al Congreso de Argentina terminó en una de las represiones policiales más severas desde que Javier Milei asumió la Presidencia en diciembre de 2023. A la protesta se sumaron hinchas de fútbol, sindicatos y movimientos sociales en apoyo a los adultos mayores, quienes exigían un aumento en sus pensiones, la restitución de la cobertura de medicamentos y la continuidad de la moratoria previsional, que vence en marzo.
Cifra alarmante de detenidos y heridos
Según fuentes oficiales citadas por EFE, al menos 103 personas fueron detenidas y 20 resultaron heridas, una de ellas en estado muy grave. Entre los arrestados se encuentran siete sindicalistas de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
Carga policial sin precedentes
Hacia las 16:30 hora local (19:30 GMT), cientos de policías apostados en las inmediaciones del Congreso arremetieron contra los manifestantes que bloqueaban pacíficamente las avenidas Rivadavia e Hipólito Yrigoyen, en el centro de Buenos Aires. Con gases lacrimógenos y golpes con palos, los agentes despejaron la avenida Entre Ríos, ubicada frente al Parlamento. Algunos manifestantes respondieron arrojando piedras.
Minutos después, un camión hidrante recorrió la zona expulsando potentes chorros de agua para dispersar a los congregados, quienes entonaban consignas contra el Gobierno y las fuerzas de seguridad, como: “Que triste debe ser tener que pegarle a un jubilado para poder comer” y “Milei, vos sos la dictadura”.
Jubilados, el blanco de la represión
La tradición de manifestaciones de jubilados cada miércoles frente al Congreso se vio interrumpida por la violenta intervención policial. Testigos relataron los efectos de los gases lacrimógenos en sus ojos y garganta.
Héctor, quien portaba un cartel con la frase “Basta de genocidio silencioso”, explicó: “Cobramos la jubilación mínima, menos de 300 dólares al mes, y estamos aquí para defender nuestros derechos”. Liliana, otra manifestante, increpó a los policías: “Vayan a ayudar a Bahía Blanca, donde hay inundaciones, en lugar de reprimirnos”.
Entre las víctimas de la represión está Beatriz Bianco, de 87 años, quien fue empujada por un policía y golpeó su cabeza contra el asfalto, terminando en el hospital.

Hinchas de fútbol con los jubilados
Hinchas de diversos clubes se unieron a la protesta. Carlos, de 75 años y seguidor de Chacarita Juniors, afirmó: “Si tengo que perder mi vida luchando como un jubilado, la voy a perder, pero mis hijos y nietos serán libres”.
Una joven manifestante expresó su indignación: “Esto que hacen con los abuelos no se puede permitir”.
Escalada de violencia y persecuciones
La represión se intensificó cerca de las 17:00 hora local, cuando la policía comenzó a dispersar a los manifestantes con mayor violencia. Muchos se replegaron hacia la Casa Rosada, pero fueron perseguidos por policías motorizados que subieron sus motocicletas a las veredas.
En la Avenida de Mayo, un vehículo policial fue volcado e incendiado. En medio del caos, algunos manifestantes acusaron a otros de ser infiltrados para generar disturbios.

Una represión con ecos del pasado
Muchos ciudadanos compararon la situación con episodios oscuros de la historia argentina. “Están destruyendo el país. Esta represión ya la tuvimos muchas veces”, dijo un hombre con los ojos irritados por los gases lacrimógenos.
Al caer la noche, la policía retomó el control de la avenida Rivadavia y dispersó a los últimos manifestantes.
La convocatoria de este miércoles surgió tras la agresión de la policía a un hincha de Chacarita Juniors de 75 años, hace una semana, cuando le fracturaron la muñeca tras golpearlo con gases y bastones. Lo que empezó como un acto de solidaridad terminó en un capítulo más de represión en la historia reciente de Argentina.
Para seguir leyendo EXPRESO sin restricciones, SUSCRÍBETE AQUÍ