Los payasos que alegran los hospitales, en crisis por falta de financiamiento
La ONG brasileña Doctores de la Alegría debe cesar casi la mitad de sus actividades por falta de financiamiento
La ONG brasileña Doctores de la Alegría, que desde hace más de 30 años se dedica a llevar alegría y arte payasesco a las salas de los hospitales públicos, debe cesar casi la mitad de sus actividades por falta de financiamiento.
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Leer másEsa agonía económica se debe a la caída y la intermitencia de las donaciones, pero sobre todo a cambios recientes en una ley de incentivo cultural, lo que ha perjudicado a muchas instituciones y proyectos que dependían de su funcionamiento, según explica la organización.
"Las empresas antes aportaban dinero de forma anual, ahora lo hacen por un trimestre", afirma a EFE Cristina Cardoso, coordinadora de comunicación de la ONG, haciendo referencia a la dificultad que tienen para planificar a futuro.
A partir de esto, lanzaron nuevas campañas para recaudar fondos e incluso tuvieron que reducir sus salarios para poder mantenerse activos al menos hasta finales de este año. En un contexto en el que los fondos escasean, las ganas de hacer felices a otros aumentan cada vez más para Waldisney y Sandoval, los payasos que asisten todos los martes y jueves al Hospital Universitario de São Paulo.
Desde neonatos a adultos
Su recorrido está estratégicamente organizado para no perderse ninguna habitación: primero comienzan por los neonatos, luego por los niños y finalmente, en el último piso, esperan los adultos, como Elmer, que hace casi dos semanas está internado por problemas en el hígado.
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Leer másAmbos artistas admiten que trabajar con personas grandes es un poco más difícil ya que los niños "siempre tienen ganas de jugar" sin importar lo que les pase, mientras que los adultos "son conscientes de su diagnóstico".
Sin embargo, Elmer, un poco tímido y con algo de dolor, cantó 'La Bamba' junto a los doctores de la alegría. "Me hicieron reír un poco. Me sacaron un poco de la tristeza, de la agonía que uno siente de estar acá. Te alegra el corazón”, señala.
En el pasillo de los recién nacidos, Waldisney y Sandoval sacan de sus bolsillos unos juguetes y le cantan desde el otro lado de la puerta una canción a un bebé, cuya condición médica lo mantiene aislado. "La risa te da un momento para respirar, un momento de alivio, de ligereza, para que puedas seguir. Cambia la energía", apunta el payaso Sandoval.
Muchas veces las internaciones son tan largas que el arte ‘clown’ es la única conexión que tiene un paciente con el arte. Pero además de fomentar la cultura, los payasos lograron transformar el ambiente hospitalario, al punto de que hoy algunas paredes están pintadas con dibujos y los pasillos lucen adornados con guirnaldas de colores.
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