Los pembas, pueblo preso en el limbo de la apatridia en Kenia
Son 7.000 personas sin reconocimiento en un país libre desde 1963
Mize Hamisi Ali no está segura de su propia edad, pero no duda al afirmar que Kenia es la única patria que ha conocido en su vida, a pesar de que su comunidad, el pueblo pemba, ha vivido durante décadas en un limbo legal, al no ser reconocidos como ciudadanos de pleno derecho del país. “Hemos vivido aquí desde que alcanza nuestra memoria”, susurra esta anciana, envuelta en un pareo floreado y sentada sobre una estera en el porche de la casa de arcilla y hojas de palma que construyeron ella y su marido, Mfaki Sharif Omar, en un pedazo de tierra que no les pertenece del pueblo de Gazi, en el sur de la costa keniana.
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Leer másDe un sobre arrugado, Omar extrae con sus manos huesudas los escasos documentos que conservan él y su mujer, cuya comunidad cuenta con más de 7.000 miembros en Kenia -según su propio recuento-, donde han vivido como apátridas desde la independencia del país en 1963. Entonces los pembas no fueron registrados como tribu indígena ni reconocidos como ciudadanos de la nueva república declarada en 1964, lo que se tradujo en décadas de marginación y acoso de las autoridades.
Pero esta situación podría cambiar después de que el presidente William Ruto anunciara el pasado diciembre el inicio del proceso para concederles, por fin, la ciudadanía. La presencia de los pembas en el territorio que es hoy en día Kenia “data de hace siglos”, explica Robert Waweru, politólogo de la Comisión de Derechos Humanos de Kenia (KHRC, en inglés), que sitúa los primeros indicios entre los siglos XIV y XV.
Desde finales del siglo XVII gran parte de la franja costera de África oriental, incluyendo las actuales playas kenianas, estuvo bajo el dominio de los sultanatos de Omán primero y de la isla de Zanzíbar después. Este estatus se mantuvo parcialmente durante el período colonial británico (1920-1963) y hasta que esos territorios fueron cedidos por las autoridades zanzibaríes en octubre de 1963, meses antes de que el país lograra la independencia en diciembre. “Regímenes sucesivos después de la independencia sostuvieron que los pembas de Kenia procedían de la isla Pemba de Tanzania”, señala Waweru, así que “el Gobierno no les permitió registrarse como ciudadanos”, lo que les ha negado derechos como la sanidad y la educación públicas o la propiedad de la tierra.
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Leer másSi bien en el pasado no eran necesarios documentos de identidad para inscribirse en la educación primaria o secundaria en Kenia, un nuevo sistema obliga desde 2017 a presentar el certificado de nacimiento de los menores, que solo puede obtenerse con el carné de identidad de los padres.
Aunque podrían haber accedido a las aulas antes, la inmensa mayoría de los pembas son analfabetos, porque “tras años de acoso, arrestos por ser considerados inmigrantes ilegales y deportaciones (a Tanzania), la mayoría vivían escondidos” y no fueron a la escuela, lamenta Waweru. “Cuando das a luz sin tener la seguridad de Linda Mama te ves obligada a pagar, mientras con ese programa podrías recibir apoyo si algo va mal durante el parto”, relata, por ejemplo, Fatuma Hamadi Juma, madre de diez hijos y vecina de Gazi, sobre una de las iniciativas de la sanidad pública keniana de las que se ven excluidos.