El Pepino vuelve a la vida con un beso para dar inicio al Carnaval boliviano
Tras dos años de pausa por la pandemia de la COVID, los festejos regresan a la capital boliviana
Las celebraciones precarnavaleras en La Paz comenzaron el 29 de enero con el tradicional Desentierro del Pepino, un acto simbólico en el que ese travieso personaje del carnaval andino que emula a los arlequines europeos volvió a la vida con el beso de una reina de belleza, en medio de un festejo con espuma.
La lluvia no fue impedimento para que decenas de personas acudieran al patrimonial Cementerio General en la populosa zona Garita de Lima, desde donde partió un "cortejo fúnebre" liderado por el alcalde de La Paz, Iván Arias, quien ayudó a trasladar el féretro en que el Pepino fue enterrado a fines del carnaval pasado.
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Leer másPor delante del ataúd iba un séquito de aspirantes a la corona de reina del carnaval paceño, junto a la soberana de esa festividad en Tarija, Elizabeth Flores, invitada especial del municipio en señal de hermanamiento con esa región situada en el sur boliviano.
También iban un Ch'uta y la Cholita paceña, que junto al Pepino completan el trío de personajes emblemáticos del carnaval de esta ciudad.
No faltaron las "viudas" del Pepino, unas cholitas que llevaban velos negros y le pedían, entre llantos simulados, que volviera a la vida.
Mientras el cortejo avanzaba, por momentos asomaba una mano cubierta con un guante por una rendija del ataúd celeste.
Tras recorrer algunas calles, la procesión se detuvo en un escenario donde fue depositado el féretro, que quedó flanqueado por las aspirantes a reina del carnaval y varias cholitas.
Los funcionarios municipales retiraron la tapa del ataúd para que Flores recite unas coplas o versos al estilo del carnaval tarijeño, con algunos piropos para el Pepino.
"Aro, aro, arito. Uno, dos, tres, cuatro, cinco. Cinco, cuatro, tres, dos, uno, yo había visto muchos hombres hermosos, pero como este Pepino, ninguno", dijo la soberana tarijeña, ante lo cual el picaresco personaje paceño comenzó a dar señales de vida agitando manos y pies.
Pero fue el beso de Flores lo que terminó de revivir al Pepino en medio de chorros de espuma, aplausos y cargas de papeles picados de colores, además de la incesante llovizna.
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Leer másLuego el Pepino se abrazó con el Ch'uta y, tras un intercambio de obsequios entre las autoridades y los representantes de las comparsas del carnaval paceño, comenzó la fiesta.
El rey indiscutible del carnaval de La Paz es el Pepino, que va vestido con una careta y una especie de mono con encajes que usualmente es bicolor, y refleja la alegría y el desenfreno urbanos durante estas fiestas.
El personaje suele llevar un morral con mixtura y serpentina que va lanzando mientras recorre las calles paceñas durante los desfiles callejeros que se organizan entre el sábado y martes de carnaval.
Surgido a principios del siglo pasado, el Pepino es una mezcla entre los "clowns", los antiguos payasos, y el kusillo, un personaje de la cultura andina parecido a un arlequín o un bufón, explicó el secretario municipal de Culturas, Rodney Miranda.
Mientras que el Ch'uta y la chola paceña introducen costumbres aimaras en la fiesta, como el agradecimiento a la "Pachamama" o Madre Tierra por sus frutos, una tradición arraigada en el occidente de Bolivia.
El Ch'uta viste un pantalón abombado en las caderas, camisa, chaquetilla corta, sombrero y una máscara, y se mueve con un trote rítmico, haciendo dar incesantes vueltas a su pareja, que puede ser una o dos cholitas, las emblemáticas aimaras bolivianas con sus amplias polleras, el sombrero bombín y las largas trenzas que las caracterizan.
Según Miranda, el Ch'uta, que al igual que el Pepino tiene una voz chillona, es una especie de sátira a los colonizadores por el bigote y sombrero y la chola "es identidad, es la mujer paceña por excelencia".
El secretario de Culturas destacó que este año se cumplen dos décadas desde el primer Desentierro del Pepino, un acto con el que se da inicio a una amplia agenda de actividades que será presentada oficialmente este próximo martes.
"Es una expectativa muy alta porque estamos retomando todas las actividades nuevamente del Carnaval paceño", destacó Miranda.
Recordó que en 2022 retornaron los festejos después de dos años de pausa, aunque fueron limitados por los resabios de la pandemia de la covid-19, pero este año la agenda será completa y reúne a varias instituciones dedicadas al folclore y la cultura en la ciudad