Religiosas en la India bajo presión
Cuando el indio Sajad (nombre cambiado por la redacción) quiso casarse, la familia de la novia presentó una denuncia, que finalmente lo llevó a la cárcel por más de dos meses. En ese interín, su novia fue casada con otro hombre, según contó el propio Sajad a la revista india ‘Outlook’.
Un amor como el de ellos no suele aceptarse en la India. Sajad es musulmán y ella es hindú, y normalmente las personas de grupos religiosos distintos no se casan entre sí.
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Leer másActualmente incluso se complicaron aún más los matrimonios interreligiosos, después de que varios estados aprobaran leyes que dificultan las bodas mixtas.
Y al igual que en el caso de Sajad, se suman informes de hombres musulmanes que fueron encarcelados, al menos temporalmente, por tener una relación con una mujer hindú.
Las leyes se relacionan a menudo con la lucha contra la llamada “yihad romántica”.
Se trata de una teoría conspirativa de los fundamentalistas hindúes según la cual los hombres musulmanes pretenden aumentar su cuota de población en la India, país de mayoría hindú. Según infieren estos grupos radicales, los musulmanes se casan con mujeres hindúes, a las que convencen de convertirse al islam para luego tener hijos musulmanes.
Según Milan Vaishnav, un experto para Asia Meridional de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional en Washington, no hay pruebas de esta teoría.
Sin embargo, la ‘yihad romántica’ fue recientemente un tema electoral en Uttar Pradesh, el estado más poblado de la India, ubicado en el noroeste del país. Allí, el partido gobernante, nacionalista hindú, acaba de obtener una victoria importante.
Según algunos analistas, el triunfo se debe sobre todo a que los nacionalistas hindúes están incentivando deliberadamente las tensiones entre la mayoría hindú y los musulmanes, la mayor minoría religiosa.
Muchos interpretan esta victoria como una señal para el futuro desarrollo de la mayor democracia del mundo hacia una mayor polarización.
Vaishnav señala que los nacionalistas hindúes presentan a los musulmanes y a los cristianos en cierto modo como adversarios.
El politólogo Christophe Jaffre explica en el podcast “Democracy Paradox” que los nacionalistas hindúes pretenden representar a la mayoría hindú, que constituye un 80 por ciento de la población india.
De este modo convertirían al país de 1.300 millones de habitantes en una “democracia ética”, en la que las minorías religiosas quedarían reducidas a ciudadanos de segunda clase.
Vaishnav sostiene que la idea que subyace a la estrategia de los nacionalistas hindúes es promover la cultura ‘original’ de la India y luchar contra las influencias de 1.200 años de ‘esclavitud’.
Cuando hablan de esclavitud se refieren a los colonialistas británicos y el cristianismo, y a los antiguos gobernantes mogoles y el Islam. A menudo luchan contra las conversiones a estas religiones, pero aceptan gustosos un cambio de religión al hinduismo.
Así es como organizaciones cristianas denuncian repetidamente problemas. Poco después de Navidad, por ejemplo, la organización ‘Misioneras de la Caridad’ de la difunta premio Nobel de la Paz Madre Teresa (1910-1997) no recibió temporalmente un permiso que se renueva regularmente para recibir fondos extranjeros.
Sin embargo, la comunidad religiosa católica con sede en Calcuta depende de estas donaciones para gestionar orfanatos y clínicas para los pobres de toda la India.
Inicialmente, el Ministerio del Interior indio adujo como motivo una serie de ‘informes negativos’. Pero después de una fuerte presión a través de medios internacionales, la organización obtuvo finalmente el permiso. La agencia de prensa india ANI informó que se habían presentado los documentos necesarios.
En la India también se producen repetidos ataques por parte de grupos radicales hindúes contra las minorías religiosas. Por ejemplo, contra los musulmanes que participan en el sacrificio de vacas, las que son sagradas para los hindúes, o contra iglesias y escuelas cristianas.
Al respecto, el especialista en Asia Meridional destaca que cuando se producen este tipo de atentados, existe la creencia generalizada de que las autoridades y el Gobierno no suelen condenarlos o tomar medidas rápidamente. Vaishnav agrega que esto da a los agresores una especie de legitimidad moral y fomenta aún más ataques de este.