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Europa teme ser excluida de negociaciones de paz en Ucrania
Coyuntura se abordó en la Conferencia de Seguridad de Múnich
La fuerte divergencia entre Europa y EE. UU. sobre el proceso negociador para poner fin a la guerra rusa en Ucrania dominó la Conferencia de Seguridad de Múnich, que concluyó este domingo con una inquietud generalizada por el hecho de que Washington quiere excluir al Viejo Continente de la mesa de negociación.
Trump quiere trabajar solo
Keith Kellogg, el enviado especial para la guerra en Ucrania del presidente de EE. UU., Donald Trump, ha dicho abiertamente que no consideran que los europeos deban participar directamente en las negociaciones.
Washington alega que el proceso de Minsk en 2014 y 2015 para un alto el fuego en el Donbás ucraniano fracasó porque había demasiadas partes involucradas. Además, Trump ha dado a entender que un acuerdo de paz pasa por un pacto primero entre él y el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, y no con el jefe de Estado del país invadido, Volodímir Zelenski.
Así, los europeos no solo están preocupados por no tener ninguna voz en la mesa, sino también porque no están siendo consultados ni informados siquiera sobre el tipo de paz que EE. UU. quiere plantear para Ucrania.
El presidente de Letonia, Edgars Rinkevics, insistió este domingo en la necesidad de seguir apoyando a Ucrania para que esté en una situación de fuerza que no permita negociar a espaldas suyas.
“Estoy convencido de que EE. UU. quiere terminar la guerra. En quien no confío es en Vladímir Putin y existe el peligro de que EE. UU. se confunda con él. Porque, ¿de qué estamos hablando? ¿De una paz duradera o de un cese el fuego que le permite a Rusia rearmarse?”, dijo.