Rusia se decide por Dios y por Putin
El 76,4 % de los rusos apoyan las enmiendas que permiten al presidente seguir en el Kremlin e incluir a Dios en la Constitución
Según los datos oficiales, con el 53,7 % de los votos escrutados, la balanza se inclinaba a favor de las enmiendas constitucionales que permitirían al presidente, Vladímir Putin, permanecer en el Kremlin más allá de 2024, cuando expira su actual mandato. El 76,4 % de los rusos apoyaron mantener la era Putin.
Frente al 'sí' mayoritario que por ahora recoge la Comisión Electoral Central (CEC), el 22,7 % rechazaron la reforma constitucional en el plebiscito, que se celebró entre el 25 de junio y este miércoles y en el que la participación ascendió al 64,9 %.
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Leer másLa mayoría de los rusos que participaron en la consulta popular optaron por ejercer su derecho al sufragio en los seis días previos a la fecha principal del plebiscito de este miércoles. Las autoridades idearon este mecanismo por primera vez con el pretexto de evitar aglomeraciones en medio de la pandemia de la COVID-19, lo que la oposición considera propicio para incurrir en fraude y en la manipulación de resultados.
La presidenta de la CEC, Ella Pamfílova, dijo en una rueda de prensa que no hubo denuncias de infracciones graves durante el sufragio y aseguró que solo tiene conocimiento de "cuatro" casos en los que es posible que se cuestione el resultado del voto por eventuales "violaciones" en el proceso electoral.
Aparte de allanar el camino para la posible permanencia de Putin en el poder más allá de 2024, la nueva redacción de la Constitución rusa incluye una serie de enmiendas -206 en total- sobre cambios en la vida política y social del país.
Entre las modificaciones en la Carta Magna destacan la indexación anual de las pensiones de los rusos, la inclusión de Dios en la Constitución, el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer, así como la prohibición de ceder territorio a otros países o la prevalencia de la Ley Fundamental nacional sobre el derecho internacional.
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Leer másUN ÉXITO A LA MEDIDA
Los detractores del Kremlin, sobre todo su principal opositor Alexéi Navalni, no han hecho campaña debido al confinamiento y porque consideran que el referéndum es fraudulento y su único objetivo es garantizar a Putin "una presidencia de por vida".
La votación se dio en un momento en el que la popularidad del presidente ruso cae, tras una criticada reforma de las pensiones y la crisis del coronavirus. De mayo de 2018 a junio de 2020, su tasa de aprobación medida por el instituto independiente Levada bajó de 79% a 60%.
Según las voces más críticas, las autoridades han usado artimañas para garantizar el éxito y una alta participación. Lo más insólito fue la instalación de mesas de votación al aire libre, en patios, en campos deportivos o de ocio, sin respetar el secreto del voto ni la vigilancia adecuada de las urnas. La finalidad, según la oposición, no es proteger al electorado del nuevo coronavirus, sino lograr un resultado a medida.
Golos, una oenegé especializada en la observación de las elecciones, denunció presiones a funcionarios y de las empresas a sus empleados para que vayan a votar. También documentó casos de electores que realizaron múltiples votos.
"Cuando la Constitución se vota sobre el tocón de un árbol o en el maletero de un coche, no parece serio", reconoció a la AFP un asesor de un colegio electoral en el noroeste de Rusia que pidió el anonimato.