En Suecia está un centro comercial en el que nada de lo que se coloca en vitrinas es nuevo
El complejo atrae a entre 250.000 y 300.000 visitantes cada año. Ofrece productos de segunda mano. Aparece en los récord Guinness de este año
Una decena de manos se afanan clasificando pantallas, libros y juguetes. Todo esto sucede en ReTuna, un centro comercial, de 5.000 metros cuadrados que es propiedad de la municipalidad de Eskilstuna, una ciudad industrial sueca en plena reconversión ecológica.
En esta localidad obrera, situada a una hora en tren de Estocolmo, la galería comercial de 13 tiendas, casa bien con una ciudad que desde los años 1990 emprendió un camino basado en la ecología con el objetivo de reinventarse.
LUGAR ÚNICO EN EL MUNDO
Designado "primer centro comercial del mundo enteramente destinado a los productos reparados, reciclados y restaurados" por el Guinness de los Récords 2020, ReTuna fue inaugurado en 2015.
Todavía está lejos de parecerse a los mastodontes del gran consumo clásico, pero el complejo atrae a entre 250.000 y 300.000 visitantes cada año y cada vez tiene un perfil más acorde con la "tendencia mayoritaria", según Anna Bergström, responsable del complejo hasta principios de año.
En sus dos plantas se pueden encontrar tiendas de material informático, libros, juguetes o muebles. "Se pueden hacer las compras que se suelen hacer en una tienda ordinaria", asegura la responsable.
Entre tienda y tienda, se respira levemente el característico olor que despiden los objetos usados. Además de comprar, ReTuna ofrece una formación superior de un año en diseño de productos reciclados.
UN PAÍS CON 'KÖPSKAM'
En el país del 'köpskam' (la vergüenza de comprar productos nuevos), un sentimiento en la línea con el "flygskam" (la vergüenza de tomar el avión), la segunda mano es muy popular en Suecia.
Wakanda existe y hasta hace poco fue socio comercial de los Estados Unidos
Leer másEn el país nórdico existe una gran tradición de las tiendas de ocasión, pero ReTuna se ha convertido en un símbolo.
Aunque no está exenta de contradicciones, con el gran peso que tiene todavía las industrias "grises" o gigantes del textil low cost (H&M) y del mueble (Ikea), Suecia desea presentarse como un modelo ecológico para el mundo y convertirse en uno de los primeros países neutros en emisiones de carbono para 2045.
Para entonces, Eskilstuna pretende captar más CO2 del que emite y ser independiente de las energías fósiles. Dotada de un centro de reciclaje equipado con la tecnología más puntera, la ciudad recicla o transforma en energía toda su basura. Pero, tras esta fachada, la ciudad verde también esconde sus debilidades, empezando por el lugar todavía omnipresente que ocupa el automóvil.
Aunque los autobuses del centro de la ciudad funcionan con biogás, "quedan muchas cosas por hacer para reducir las emisiones de dióxido de carbono", admite el alcalde, que lleva siendo elegido desde hace 10 años.
El piloto que nunca voló
Leer másEl paro, más alto que la media nacional, tampoco ha bajado sensiblemente en los últimos años.
EN LA CASA DEL VOLVO
Su ciudad, en la que están asentadas la rama de equipamiento de construcción de Volvo o la del gigante finlandés del acero inoxidable Outokumpu, aprobó en 2012 un "plan climático 2020" para ser neutral en gases con efecto invernadero.
Un programa completado en 2016 con una lista de "50 promesas medioambientales" que van desde el desarrollo de las energías renovables hasta el de los carriles bici.
Pero "muchos objetivos no fueron alcanzados", denunciaron los Verdes (oposición) en un artículo publicado a principios de año, exigiendo que la ciudad acelere sus acciones para cumplir con el objetivo nacional de neutralidad de carbono.