Suecia llama a la calma tras las protestas por la quema del Corán en Estocolmo
Un hombre de origen iraquí quemó un ejemplar del libro sagrado y provoca la reacción de varios países
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, hizo este viernes 30 de junio de 2023 una llamada a la calma tras las protestas y condenas en varios países árabes por la quema hace dos días en Estocolmo de un ejemplar del Corán delante de una mezquita.
"Creo que hay muchos que tienen motivos para calmarse ahora mismo. Está claro que es inaceptable que unas personas entren de forma ilegal en las embajadas suecas en otros países", dijo en rueda de prensa Kristersson, en alusión a las decenas que ayer ocuparon brevemente la legación de Suecia en Bagdad.
Marruecos y Jordania llamaron a consultas a los embajadores suecos en sus respectivos países y el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, responsabilizó a Suecia por permitir el acto y le avisó de los "resultados y consecuencias de este atroz incidente".
Kristersson extendió su llamada a la calma y la reflexión a sus conciudadanos, apelando a la situación de seguridad "seria", en alusión al proceso de ingreso de Suecia en la OTAN, y resaltó que "no hay motivo para ofender a otras personas".
"Creo que ahora debemos centrarnos en las cosas apropiadas. Es importante que Suecia sea miembro de la OTAN. Tenemos cuestiones importantes y grandes que resolver. Que algunas cosas sean legales no significa que sean apropiadas", dijo sobre la quema del Corán, que ya había condenado el día mismo que se produjo.
Un individuo de origen iraquí quemó un ejemplar del libro sagrado en un acto al que acudieron unas 200 personas, con fuerte presencia policial al coincidir con la fiesta del sacrificio musulmana y sin que se desarrollasen incidentes graves.
Fue el primer acto de este tipo permitido por la Policía sueca después de que los tribunales revocaran recientemente una prohibición anterior de las autoridades apelando a motivos de seguridad.
La quema de un ejemplar del Corán en enero pasado delante de la Embajada turca a cargo del ultraderechista danés-sueco Rasmus Paludan provocó una ola de protestas en el exterior, incluida Turquía, que mantiene el bloqueo a la ratificación del ingreso de Suecia en la OTAN, aprobado hace un año en la cumbre de Madrid.
La Policía sueca decidió denegar el permiso en febrero a dos peticiones de quema del Corán aludiendo a los riesgos que para la seguridad de Suecia podrían tener actos de ese tipo, pero la Justicia rechazó ese argumento en varias instancias en meses posteriores.
