The Lancet ahora duda del estudio que publicó sobre la hidroxicloroquina

La pretigiosa revista médica The Lancet acaba de lanzar una advertencia ante el estudio que publicó el pasado día 22 sobre los riesgos del uso de la hidroxicloroquina para tratar a pacientes de coronavirus, tras haberse planteado "importantes cuestiones científicas sobre los datos" que originó una reacción inmediata por parte de la OMS sobre la fórmula que toman casi a diario Donald Trump y Jair Bolsonaro, presidentes de EE. UU. y Brasil.

El estudio que publicó The Lancet, de tipo observacional, sugiere que el tratamiento con el fármaco antipalúdico cloroquina o su análogo hidroxicloroquina no ofrece ningún beneficio a los pacientes con covid-19 y que su uso, ya sea solo o en combinación con un tipo de antibióticos, se relaciona con un aumento de las tasas de mortalidad.

Esta advertencia fue publicada el martes como una "expression of concern" ("expresión de preocupación"), un término formal empleado por las revistas científicas cuando un estudio plantea potencialmente un problema. "Actualizaremos este aviso tan pronto como tengamos más información", indica The Lancet.

La revista señala que algunos de los autores del texto han encargado "una auditoría independiente sobre la procedencia y la validez de los datos, que está en curso y cuyos resultados se esperan en breve".

Días después de la publicación del estudio, la Organización Mundial de la Salud anunció que detenía temporalmente los ensayos clínicos con hidroxicloroquina enmarcados en su ensayo Solidarity, una medida de "cautela" que señaló que podría ser revisada.

"Tras leer la publicación, decidimos, a la luz de estas dudas, ser cautos y suspender temporalmente la afiliación a este medicamento", explicó entonces la jefa de científicos de la OMS, Soumya Swaminathan.

El estudio, ahora en cuestión, analizaba datos de casi 15.000 pacientes en 600 hospitales que recibieron cloroquina o su análogo, la hidroxicloroquina (ingeridos con o sin los antibióticos azitromicina o claritromicina), y datos de 81.000 pacientes.

La investigación está firmada por investigadores del Hospital Brigham de Mujeres de Boston, la corporación Surgisphere, la Universidad de Utah, el Instituto de Investigación HCA, todos ellos estadounidenses, y el Hospital Universitario de Zúrich (Suiza).

"El castillo de naipes se derrumba", reaccionó el miércoles en la misma red social el mediático el virólogo francés Didier Raoult, gran defensor de la polémica droga cloroquina.

TRUMP Y BOLSONARO, SUS DEFENSORES

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el de Brasil, Jair Bolsonaro, discutieron los esfuerzos conjuntos para evaluar un medicamento contra la malaria como tratamiento para el covid-19, dijo este martes el portavoz de la Casa Blanca, Judd Deere.

Trump dijo en días pasados, que dejará de tomar hidroxicloroquina “en un día o dos”, tras ingerir las pastillas de ese medicamento por dos semanas como prevención ante el Covid-19, una propiedad que no fue probada científicamente.

Trump reveló que desde hacía un par de semanas tomaba a diario hidroxicloroquina y zinc de manera preventiva, aunque aseguró que no tenía síntomas. Por semanas, Trump exaltó las virtudes de la hidroxicloroquina, una medicina usada contra la malaria, el lupus o la artritis severa, y que se recetó a miles pacientes de Covid-19 del mundo, aunque aún es parte de ensayos clínicos. Defendió que la hidroxicloroquina ofrece un “nivel adicional de seguridad” frente al coronavirus.

Mientras que Bolsonaro se aferra a la cloroquina como tabla de salvación en la pandemia y recomienda su uso en pacientes con síntomas leves de COVID-19, que deja 31.199 muertos (555.383 casos) en el país sudamericano. Orientado por Bolsonaro, el Ministerio de Salud extendería el posible uso de cloroquina e hidroxicloroquina en casos leves.