Venezuela comienza a exportar medusas para reducir la dependencia del petróleo
El país sudamericano explora nuevas fronteras comerciales con la medusa Bola de Cañón como protagonista de sus exportaciones
Venezuela está dando un paso audaz hacia la diversificación económica. En medio de las crisis relacionadas con el petróleo, como las sanciones internacionales, la caída de la producción y los continuos problemas de infraestructura, el gobierno venezolano ha decidido explorar nuevas oportunidades de exportación. Y lo ha hecho de una manera inesperada: vendiendo medusas.
Este esfuerzo, encabezado por el Ministerio de Pesca y Acuicultura, busca impulsar las exportaciones no petroleras tras las crecientes sanciones y las tensiones geopolíticas que han afectado profundamente la economía del país.
Las ventas de petróleo de Venezuela han caído significativamente en los últimos meses, en septiembre, las exportaciones de crudo disminuyeron un 9%, lo que ha llevado al gobierno a acelerar su búsqueda de nuevas fuentes de ingreso.
La medusa Bola de Cañón, el nuevo tesoro del mar venezolano
La especie elegida para este giro en la economía es la medusa Bola de Cañón, una criatura marina que ha encontrado un mercado en Asia, particularmente en Corea del Sur, China y Japón, donde las medusas son altamente valoradas tanto en la gastronomía como en la medicina tradicional.
Venezuela ya ha exportado más de 156 toneladas de medusas Bola de Cañón a Corea del Sur, consolidando su entrada en una industria en expansión. Aunque la medusa Bola de Cañón puede parecer una opción inusual para la exportación, Venezuela tiene una ventaja natural: la abundancia de esta especie en sus aguas.
Este recurso ha sido identificado como una oportunidad de crecimiento para el país. La medusa, que cuenta con tentáculos tóxicos capaces de causar erupciones cutáneas e incluso la muerte, es, sin embargo, apta para el consumo humano una vez que se procesa adecuadamente.
Diversificación económica
Esta incursión en el mercado de las medusas es parte de una estrategia más amplia para reducir la dependencia del petróleo, un sector que ha sido el pilar de la economía venezolana durante décadas, pero que ahora enfrenta serios obstáculos.
Los apagones, las sanciones estadounidenses y los problemas internos en la petrolera estatal PDVSA han limitado drásticamente la capacidad de Venezuela para exportar crudo, llevando al país a replantearse su modelo económico. Venezuela no es el único país latinoamericano que ha entrado en el mercado de la medusa; países como Argentina, México, Perú y Colombia también han explorado esta industria.
El Ministerio de Pesca y Acuicultura ha señalado que este esfuerzo por diversificar las exportaciones ha sido posible gracias a la coordinación entre el gobierno y las empresas privadas, quienes han agilizado los trámites administrativos y facilitado los procesos logísticos para que las exportaciones se consoliden rápidamente.
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