Una mujer tumbada en una cama centrífuga, en el Centro Aeroespacial Alemán, en Colonia.

La NASA paga $ 18.500 por pasar en una cama

El experimento busca analizar la respuesta del cuerpo humano a la ingravidez. Durará dos meses y está dirigido a mujeres.

¿Qué efectos experimentaría un astronauta en su cuerpo tras un viaje a Marte? ¿Cómo afectaría a su masa ósea y muscular la ingravidez? ¿Provocaría esa misión al espacio una redistribución de sus fluidos corporales? La NASA, junto con la Agencia Aeroespacial Alemana y la Agencia Espacial Europea, busca voluntarias para pasar 60 días en una cama con una elevación de seis grados en la zona de los pies a cambio de 18,500 dólares y dar respuesta a estas preguntas. Se trata de un experimento cuyo objetivo es analizar la respuesta del cuerpo humano ante los efectos de la ingravidez.

Un total de 24 personas participarán en esta investigación conocida como Estudio de reposo en cama por gravedad artificial en instalaciones del Centro Aeroespacial Alemán en Colonia. Una docena de hombres comenzaron las pruebas el pasado mes de marzo y las 12 mujeres que se escogerán próximamente empezarán en septiembre. Las candidatas pueden apuntarse en la web del Centro Aeroespacial Alemán, pero tienen que cumplir unos requisitos.

Los participantes pasan literalmente dos meses enteros en la cama y permanecen acostados incluso para hacer tareas cotidianas del día a día. “Deben comer, hacer ejercicio e incluso ducharse boca abajo. Esto hace que sus cuerpos se adapten como si estuvieran en el espacio”, explica la NASA en un comunicado. Mientras tanto, son monitoreados continuamente para entender cómo cambian sus cuerpos y por qué motivos. A los dos meses en cama hay que sumar un mes adicional allí para su preparación antes del experimento y rehabilitación después para volver a estar en forma y regresar a su vida cotidiana. Además, hay cuatro consultas de seguimiento: a los 14 días, tres meses, un año y dos años.

En el espacio, la ingravidez hace que se produzca una redistribución de los líquidos corporales, que son atraídos hacia la cabeza de los astronautas. Para contrarrestar este efecto, los participantes del estudio deberán pasar 30 minutos al día en una cama centrífuga, que servirá para simular la gravedad artificial y distribuir así los fluidos desde la cabeza al resto del cuerpo.

Ya se han realizado otros estudios para analizar los efectos de la ingravidez. Por ejemplo, el Instituto de Medicina y Fisiología Espacial de Toulouse buscaba voluntarios en 2017 para atenuar los efectos indeseados de la ingravidez sobre el cuerpo humano. Conocer cómo reacciona el cuerpo humano a las condiciones del espacio resulta útil para las misiones futuras, cuando los viajes espaciales se midan en meses o años. Los resultados permiten diseñar medidas que ayudarán a los astronautas y a quienes en la Tierra tienen que pasar mucho tiempo en la cama.

Viajes espaciales costosos

Desde que los seres humanos llegaron al espacio, hace más de 50 años, se han realizado varios estudios médicos para determinar cómo afecta al cuerpo humano salir de la Tierra. Para la NASA, este tipo de estudios de reposo en una cama son muy importantes porque “los viajes espaciales son costosos y peligrosos, pero comprender los efectos de vivir en el espacio es fundamental si queremos enviar humanos a Marte”. Este experimento puede parecer para algún que otro perezoso el trabajo de sus sueños. Pero, según afirma la NASA, la mayoría de los participantes comienzan a aburrirse rápidamente. Además, la dieta “está estrictamente controlada” y tienen pocas opciones en cuanto a qué comer o en qué momento del día.