Actualidad. La falta de dragado es uno de los principales obstáculos para que no se use el río Guayas para la movilización.

La navegabilidad del Guayas une a expertos

El Colegio de Ingenieros Navales llamó a un foro. Se insistió en la necesidad urgente de que el Municipio haga un estudio.

El campanazo de alerta lo dio el PhD en Ingeniería Marítima Hugo Tobar, en una entrevista realizada por EXPRESO a mediados de agosto de este año. “Es una vergüenza no usar el río para transportarnos”.

Las palabras de Tobar, que ocasionaron una explosión de opiniones de apoyo por parte de expertos, y de rechazo por el lado del Cabildo, que argumenta que se ha demostrado que no es factible volver a andar por el Guayas, calaron por meses en las mentes de los ingenieros navales, quienes finalmente decidieron reunirse el jueves para analizar en un foro las ‘Alternativas de la navegabilidad comercial y turística del río Guayas y estero Salado’.

La congregación, dirigida por Rafael Espinosa Sempere, presidente del Colegio de Ingenieros Navales del Ecuador (Cinave), donde tuvo lugar la cita, contó con la participación de Clemente Rendón Paredes, analista de Fortalecimiento de Transporte Acuático; la Subsecretaría de Puertos y Transporte Marítimo; Héctor Hugo Ullairi, urbanista y director del Proyecto Delta de la Universidad de Guayaquil; el capitán de Corbeta Mario Villagrán; además de otros especialistas como Luis Alfonso Saltos, también planificador.

Pero faltó el Municipio, lamenta el líder de Cinave. Y sin un representante del Cabildo, al que sí se invitó a la cita, es difícil analizar algo tan serio como la necesidad de reactivar la navegabilidad en esta ciudad portuaria.

En la jornada se barajaron las conclusiones que ya han sido previamente socializadas en este Diario: que es preciso determinar un tipo de embarcación rentable, que es necesario que el transporte fluvial complemente al terrestre y que hay limitaciones, como los puentes bajos. También se puntualizaron otros temas de relevancia en torno a esta problemática, como la necesidad de que se atienda de una manera más eficiente a la isla Puná.

Pero “quedaron muchas preguntas en el tapete”, reconoce Espinosa, pues para llevar a fondo este tipo de análisis sigue siendo necesario un estudio de factibilidad, uno real, que se enfoque expresamente en este tema.

Durante las exposiciones, la Subsecretaría de Puertos y Transporte Marítimo dejó en claro que está dispuesta a tomar partida de cualquier proyecto para reactivar la vida en el afluente, que surja una vez que se haga el estudio. Si se hace.

Este fue, entonces, un avance en el tema, pero “debe haber otro espacio abierto en donde la autoridad municipal también participe”. Ante la primera ausencia, se acudirá en enero a la instancia mayor, con un pedido de audiencia al alcalde Jaime Nebot.

Iniciativa

La norma, el primer paso

Enmarcado en un borrador de Política de Movilidad Fluvial, solicitado a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en 2014, actualmente se está trabajando en una norma para regir el transporte fluvial en Ecuador. Así lo explica Clemente Rendón, de la Subsecretaría de Puertos.

La iniciativa se da con la finalidad de convertir la mayor cantidad de ríos navegables del país en hidrovías, donde se circule las 24 horas del día.

La reglamentación está en un 95 % terminada y sería publicada este mes.