Niño y padrastro aparecieron colgados en un árbol en Quito
Según la policía, el sujeto peleó con la mamá del guagua, quien además era su pareja, y luego se lo llevó.
Un hombre y un niño colgaban de un árbol de arupos, en un terreno baldío de San Antonio Bajo, norte de la capital. En un chat comunitario saltó la alerta y los policías se dirigieron hacia las calles Beatriz Coquilango y Eloy Alfaro.
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Leer másAl llegar en la mañana, los agentes hallaron los cadáveres y también una motocicleta, marca Tuko y color rojo, a unos 30 metros de allí.
Durante el levantamiento de evidencias estuvo la madre del menor de edad. Entonces fue posible identificarlos. Aquel hombre, de 32 años, era Gabriel Serafín Cuzco. Y el niño, de apenas 2, era Ian.
Víctor Robayo, capitán y jefe del Circuito San Antonio Alto y Bajo de la Policía, detalló que Cuzco era el padrastro del pequeño. Y que el pasado 29 de marzo hubo una pelea entre el sujeto y su pareja (la madre de Ian).
Luego, él se llevó al niño. La señora no puso una denuncia -dijo el oficial-, pero sí acudió a la institución.
Horas más tarde fueron descubiertos los dos cuerpos. Y, según el parte policial, se investiga un homicidio y un suicidio. Es decir, el padrastro habría matado al niño y después él se quitó la vida. Los dos estaban ahorcados con sogas.
En el lugar, la madre, quien llegó con otros familiares, prefirió no dar detalles de lo que había sucedido. Se embarcó en una patrulla y, tan pronto como fueron levantados los restos de su pareja e hijo, se marchó.
Mientras que Robayo dijo que aún se indagan las causas por las que Cuzco habría cometido el homicidio.
"Sobre aquel terreno, dicen que tiene dueños, pero realmente no se les conoce... La policía ya estaba desde las 08:00”. Luis Tupiza.
No escucharon nada
El caso habría ocurrido a las 05:00 aproximadamente. Justo en una de las calles que bordea el terreno baldío se están realizando trabajos de asfaltado desde muy temprano. Y, sin embargo, algunos trabajadores no se percataron del hecho.
Mientras que Luis Tupiza, conductor de una camioneta de la cooperativa Catequilla, contó que a las 08:00 ya vio que la policía había llegado al lugar. Que hablaban de dos personas colgadas. Y que no había cómo acercarse.
También reveló que por la inseguridad del sector, y porque a veces llegan motorizados a robar, la gente entra desde las 21:00 a sus casas. Hasta la madrugada del día siguiente, cuando muchos salen a trabajar. Fue entonces cuando vieron los restos.