Niños desaparecidos en Guayaquil: "El del video en el carro militar sí es mi hijo"
El padre de Josué e Ismael habla de intimidaciones por parte de la Policía
"Uno de los niños que aparece en el balde de una camioneta rodeado de militares es mi hijo Josué, de 14 años. El otro niño, que también está en la camioneta, es mi vecino Steven, de 11 años", afirmó Luis Arroyo con voz quebrada, padre de dos de los cuatro menores que se encuentran desaparecidos desde el pasado 8 de diciembre.
La desesperación y el dolor de Arroyo se suman a la angustia compartida por las familias de los otros dos niños que también han desaparecido en circunstancias similares.
Luis Arroyo
Según el padre los menores fueron vistos por última vez en las cercanías de un centro comercial situado en el sur de Guayaquil, en el sector de Las Malvinas, a pocos minutos de sus hogares.
La difusión de los videos comenzó después de que estos fueron proyectados durante una sesión del pleno de la Asamblea Nacional, convocada para abordar el caso de los menores, todos con edades comprendidas entre los 11 y 15 años. Según las familias, su desaparición habría ocurrido tras un operativo por parte de militares.
En las grabaciones, que han causado indignación en redes sociales y entre la ciudadanía, se puede observar a uno de los niños ya en la parte trasera de una camioneta militar mientras otro es forzado a subir al vehículo. Estas imágenes, que constituyen una de las pocas pistas sobre lo sucedido, forman parte de las evidencias que permanecen bajo cadena de custodia y fueron presentadas para corroborar la hipótesis de las familias de los menores.
"Se trata de nuestros hijos. Estos videos ya los había visto antes... Pero ahora los exhiben públicamente para demostrar lo que venimos denunciando: que fueron los militares quienes se los llevaron", declaró con firmeza Luis Arroyo, padre de Ismael y Josué.
Padre denuncia intimidaciones
Asamblea dice que es desaparición forzada el caso de cuatro niños en Las Malvinas
Leer másEl padre también aprovechó para denunciar situaciones intimidatorias que, según él, buscan silenciar su búsqueda de justicia. Mientras participaba del plantón que se desarolló la mañana de este lunes 23 de diciembre en los exteriores de la Fiscalía del Guayas.
"Mandaron a unos policías a mi casa para fotografiarla y registrar la placa de mi moto. Nosotros no queremos problemas con nadie, solo queremos a nuestros hijos de vuelta. Este no es un tema político ni de enfrentamientos, es una lucha por la vida y la justicia”, expresó Arroyo, visiblemente afectado.
Este caso ha generado una ola de indignación y preocupación en la sociedad, que exige respuestas claras y acciones concretas por parte de las autoridades. Las familias de los menores desaparecidos claman por el regreso seguro de sus hijos y piden que se investigue a fondo el presunto involucramiento militar en los hechos.
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