Imagen referencial. La ingesta de alimentos azucarados está casi al límite de lo permitido.

Los ninos son una “bomba de azucar”

No solo ellos, los adolescentes también se han salido de los parámetros recomendados de consumo.

En el mundo, el consumo de azúcares en los bebés está casi al límite de lo permitido, pero cuando se habla de los niños y de los adolescentes allí sí hay un gran problema: su ingesta es excesiva.

La Universidad de Zaragoza (España) lanzó la alerta luego de revisar 31 estudios desarrollados en varios países, incluidos los de América Latina. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los azúcares libres (añadidos) no deben exceder el 10 % del consumo diario total de energía, pero lo que hallaron en esas investigaciones les preocupó.

Los menores de 4 años están consumiendo entre el 9,8 % y 11,2 % de azúcares añadidos, mientras que los niños de 4 a 10 años llegan al 18 % y los adolescentes hasta un 16 %.

¿De dónde viene tanta azúcar? De los jugos de fruta y también de las bebidas elaboradas con leche y que tienen una adición de azúcar, además de los panes dulces, de los chocolates, de los dulces y de los cereales.

Los autores de este trabajo piden a la industria cambiar la forma en la que están produciendo, pues aseguran que muchas de las fórmulas infantiles tienen sacarosa y glucosa agregadas. Además, hay productos como el yogur o los cereales que deberían ser saludables, pero que al contener demasiada azúcar añadida se vuelven dañinos.