Noboa estuvo en la primera fila de la posesión de Trump: ¿qué significa para Ecuador?

La mañana de este 20 de enero de 2025, Donald Trump se juramentó como el 47º presidente de los Estados Unidos en presencia de varios invitados especiales, entre ellos, el mandatario ecuatoriano,  Daniel Noboa Azín.

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Noboa es parte del grupo de presidentes de América del Sur invitados por Trump a su ceremonia de posesión. Otros mandatarios invitados son Javier Milei, de Argentina; Nayib Bukele, de El Salvador; y  Santiago Peña, de Paraguay; entre otros.

Según se pudo observar en la transmisión oficial de la ceremonia de posesión del presidente Donald Trump, Noboa y su esposa, Lavinia Valbonesi, estuvieron en primera fila del acto solemne que contó también con la presencia de expresidentes estadounidenses como Barack Obama o George Bush.

La invitación a Daniel Noboa, más que un "gesto" amistoso de Trump

Aunque las relaciones bilaterales entre presientes ecuatorianos y estadounidenses no es novedad en la política exterior de Ecuador, la invitación directa a un acto de posesión sí es un giro que podría ser muestra de una relación más estrecha, sostiene el internacionalista Esteban Santos.

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"El que el presidente Noboa haya sido invitado al acto de posesión de un presidente que rompe un protocolo de más de dos siglos. Es un tema en extremo relevante", comenta Santos y acota que el gesto de Trump ha sido direccionado específicamente a mandatarios de derecha de la región.

De acuerdo con Santos, esta es una acción premeditada de la naciente administración Trump que pretende ser "un guiño muy fuerte" para estos países y las relaciones que potencialmente podrían tener. En el caso de Ecuador, específicamente en temas de comercio y seguridad.

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Con la cercanía de las elecciones presidenciales en Ecuador, el gesto de Donald Trump incluso tendría implicaciones geopolíticas: "También es un guiño claro a quien quieren que gane. Hay que recordar que no han sido invitados ningún líder de izquierda como Inácio Lula da Silva (Brasil), Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia) y Claudia Sheinbaum (México).

Ecuador en la posesión de Trump: una oportunidad por aprovechar

Al igual que Santos, el jurista, docente y exsecretario de Relaciones Exteriores, Carlos Estarellas, señala que la invitación a Daniel Noboa es un gesto importante. Sin embargo, acota que es responsabilidad del primer mandatario ecuatoriano convertir ese gesto en una verdadera oportunidad para el país.

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"La invitación es un gesto hacia el Ecuador. Podría aprovechar el presidente Noboa para tratarle (a Donald Trump) puntos como la pelea contra e narcotráfico, el terrorismo y la migración", señala y hace hincapié en que la presencia de Noboa no puede quedar solo como un acto social.

Aunque Estarellas reconoce que la invitación a Noboa sucede en medio de un proceso electoral, también precisa que los logros que pueda alcanzar serán a nivel de Estado y trascenderá de quién  sea electo en febrero de 2025.

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"Lo importante es no desaprovechar la oportunidad, independientemente de quién gane las elecciones. Hay que recordar que en casos como el colombiano, la ayuda de Estados Unidos ha trascendido de los presidentes que han pasado", comenta.

Los temas que importa a Ecuador en la administración Trump

La oportunidad descrita por Estarellas, según acota el excanciller ecuatoriano, Patricio Zuquilanda, debería estar enfocada en tres principales temas: comercio, migración y cooperación en seguridad  con los Estados Unidos.

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"Estoy seguro que la invitación se presta para hablar, no solo con Trump, de estos temas", comenta y señala que hay una gran posibilidad de conseguirlos, ya que Ecuador es un país estratégico en los intereses de la administración Trump en la región.

Según Zuquilanda, eso de lo puede observar con el "mensaje directo y a la vena" de haber invitado al presidente Daniel Noboa a la ceremonia de posesión de Donald Trump. "Hay un interés de establecer una cooperación mutua", complementa.

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Incluso señala que la oportunidad se podría observar en organismos internacionales financieros como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial, donde Estados Unidos tiene una fuerte influencia.

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