El nombre del embajador en Estados Unidos, secreto bien guardado
Ecuador espera el beneplácito para anunciar al nuevo delegado. Se cumplirán seis meses con una encargada
Si hasta el 8 de julio el presidente Daniel Noboa no nombra un nuevo embajador ante los Estados Unidos (EE.UU.), Ecuador cumplirá seis meses sin un representante diplomático en Washington. El pasado 8 de febrero, Noboa agradeció a la embajadora Ivonne Baki por los servicios prestados en esa misión diplomática y la nombró como representante del país ante el Gobierno de Francia.
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Francisco Montahuano,
Para el politólogo y docente universitario Francisco Montahuano, la falta de un embajador en Estados Unidos no solo desvirtúa las relaciones diplomáticas con un socio clave, sino que demuestra “un problema de gobernabilidad por parte de Daniel Noboa y sus diferentes ministros”.
Montahuano sostiene que “no hay una gestión adecuada en temas estratégicos no solo de relaciones internacionales, sino también en un tema económico y que tiene relación con el bloque de seguridad”. Para el académico, en el Gobierno “hay un desconocimiento de cómo funciona la diplomacia”.
El anuncio de la canciller Gabriela Sommerfeld
La canciller Gabriela Sommerfeld aseguró, el 21 de mayo, que un diplomático de carrera espera el beneplácito de los Estados Unidos para ser nombrado como embajador, pero no reveló el nombre del candidato.
EXPRESO realizó una consulta a la Cancillería sobre cómo avanzan las gestiones de dicha designación. El Ministerio evadió responder a este medio y en su lugar envió la transcripción de la respuesta que la canciller Sommerfeld dio a Radio Centro en una entrevista de ayer. Se espera que en las “próximas semanas o días” EE.UU. conceda el beneplácito al nombre propuesto y Sommerfeld adelantó que están “muy contentos” con la persona que Ecuador ha propuesto. Nuevamente se reservó la identidad del diplomático.
Ivonne Téllez,
La especialista en Derecho Internacional, Ivonne Téllez, indicó que si bien la concesión del beneplácito es una práctica en la diplomacia, la designación de un embajador es “una decisión soberana del país”.
Para la experta, sin una persona que agencie “la representación plena del Estado... se debilita el ejercicio de las relaciones consulares en su máxima expresión”. Téllez explicó que es necesario que se fortalezca al cuerpo diplomático ecuatoriano porque contar con “embajadores de carrera aseguran la idoneidad del ejercicio diplomático”.
Desde que Baki dejó la Embajada en los EE.UU. se especuló que Soledad Peña Plaza (de 31 años), la actual encargada de negocios interina en Washington, sería nombrada como embajadora. Incluso Peña Plaza compartió publicaciones en su cuenta de X donde se la mencionaba como “nueva embajadora”. Tras varios cuestionamientos, sobre la edad y experiencia de Peña Plaza, quien es hija del presidente del directorio del IESS, Eduardo Peña, la Cancillería indicó que Peña Plaza lideraría la misión hasta que se nombre a un nuevo embajador.
En el Legislativo, el oficialismo intentó reformar la edad mínima requerida para quienes pueden ser nombrados embajadores. A finales de abril, la bancada defendía la propuesta que, en principio, cambiaba la edad mínima de 35 a 30 años. Llegado el día de la votación, el 16 de mayo, la reforma reducía la edad a 26 años. La propuesta fue rechazada en el pleno.
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