Una nueva batalla entre el Gobierno y Antimonopolio
Las diferencias entre la Superintendencia de Control de Poder del Mercado y el Gobierno son constantes. El uso del dinero electrónico, sin embargo, es un tema en el que ninguno de los dos está dispuesto a ceder.
El conflicto es de vieja data. Las diferencias entre la Superintendencia de Control de Poder del Mercado y el Gobierno son constantes. El uso del dinero electrónico, sin embargo, es un tema en el que ninguno de los dos está dispuesto a ceder.
El martes, la Comisión de Resolución de Primera Instancia de la Superintendencia, en medio de una investigación a los bancos privados, decidió que el sistema de dinero electrónico debe implementarse de forma obligatoria en todas las entidades financieras. Su incumplimiento sería sancionado hasta con el 8 % del volumen de negocio de los bancos.
Esa decisión fue cuestionada por la Junta de Regulación Financiera, que asegura que es el único cuerpo colegiado que puede decidir sobre el medio de pago alternativo. Además, la junta recordó que ese dinero es “voluntario”.
Pedro Solines, secretario de la Administración Pública, defiende esa postura. Él dijo a EXPRESO que para el Gobierno “prima la regulación de la Junta Financiera”. Es decir, que la Superintendencia que dirige Pedro Páez no puede obligar a los bancos privados a usar dinero electrónico.
Con él coincide la exministra coordinadora de la Producción Nathalie Cely. Ella señaló a este Diario que la regulación “se hace desde el Ejecutivo”. Las superintendencias, agregó, “no tienen competencia para interpretar la ley”.
Cely recordó que durante su gestión como ministra tuvo diferencias con el superintendente Páez pero, explicó, la “ley fue clara” y las disposiciones que ella dictó desde la Junta de Control de Mercado fueron las que prevalecieron.
Pese al antecedente, en el que una junta gubernamental se impuso a la decisión de la Superintendencia, y al criterio de Solines, la resolución de la Comisión de Primera Instancia sigue firme.
Según el presidente de la Asociación de Bancos Privados, Julio José Prado, el gremio continúa en el proceso legal correspondiente. Él confirmó en su cuenta de Twitter que el boletín de la Junta Financiera no elimina la vigencia de las medidas preventivas dictadas. Es necesario que esa decisión sea revocada y archivada.
Fidel Egas, principal del Banco del Pichincha, el más grande del Ecuador y con inversiones bancarias en varios países, se mostró directo ante una consulta: “No abriremos cuentas de dinero electrónico”, remarcó en su cuenta en Twitter.
Según catedráticos a este conflicto debe añadirse un factor: la incertidumbre que se despierta en la ciudadanía.
Con qué confianza -dicen- un ciudadano pondrá sus ahorros en un banco que está en medio de una pugna entre la Junta de Regulación Financiera y la Superintendencia. El ambiente no es el mejor.
Muy pocos clientes pagan con dinero virtual
En un recorrido por restaurantes, negocios y taxis, Diario EXPRESO preguntó qué porcentaje de sus clientes pagan la factura con dinero electrónico. Gustavo Peralta, dueño del restaurante guayaquileño Sabrosón, dijo que mensualmente del total de ingresos solo un 5 % usa dinero electrónico, 40 % paga con tarjeta de crédito y el resto con dinero en efectivo.
Para Peralta, falta difusión del sistema y enfatiza que las autoridades deben crear una campaña efectiva para que las personas sepan claramente dónde se puede pagar con el dinero virtual.
No obstante, las cifras del Banco Central del Ecuador permiten ver desde otro ángulo cómo va el uso del sistema. Según la institución oficial, hasta el 28 de noviembre de este año había 270.374 cuentas, mediante las cuales se habían hecho 984.044 operaciones a nivel nacional. En dinero fueron 9,8 millones de dólares.
El número de locales ha aumentado. Según la página web del dinero electrónico, en Guayaquil hay 2.001.
Al azar EXPRESO visitó algunos de los restaurantes ubicados en el centro de Guayaquil que están en la lista de locales que se han adherido a la red del cobro con dinero electrónico. En el recorrido se encontraron asaderos de pollos y picanterías que todavía no han tenido su primera transacción virtual, pese a contar desde hace cuatro meses con el sistema.
La moneda virtual también se puede usar en los taxis, pero estos no tienen un distintivo. El taxista Jorge Gómez dice que en ocho meses ha tenido solo cuatro pasajeros que cancelaron la carrera de forma virtual. Resaltó que el Gobierno y la ATM se deben poner de acuerdo. El rótulo que tenían se los retiró la ATM en la revisión vehicular.