5’000.000 de habitantes se estima que existirán en Guayaquil en los próximos quince años, resalta el Grupo Guayaquil Bicentenario.

Una nueva iniciativa para mirar al rIo

El Grupo Guayaquil Bicentenario esquematiza un proyecto interinstitucional que avalará técnicamente la factibilidad de la transportación fluvial en Guayaquil.

Guayaquil quiere usar su río para moverse otra vez. Es un grito, un pedido que sabe a súplica y que ha llegado desde varios frentes hacia las autoridades, que, en cambio, insisten en que no es factible, por costos, tiempos y un sinnúmero de argumentos que contradicen la naturaleza misma de esta ciudad rodeada de afluentes.

Algunos protagonistas de la sociedad civil, sin embargo, son perseverantes y han armado una nueva estrategia para que el Municipio la escuche. Esta vez, a través del Grupo Guayaquil Bicentenario, una iniciativa cívica que pretende dejar un estudio que haga técnicamente viable la posibilidad de un transporte fluvial.

Se trata de un proyecto que demostrará, como en su momento lo hizo el ingeniero marítimo Hugo Tobar, en los ochenta, que si se usan las embarcaciones adecuadas, no es tan descabellado pensar en volver a los traslados por el río.

Están armados esta vez. Trabajan en este regalo, por los 200 años de independencia, la Universidad de Guayaquil, la Escuela Politécnica del Litoral y los colegios profesionales de Arquitectos, Ingenieros Civiles e Ingenieros Navales.

Los ecos de volver la mirada al río suenan con más intensidad hace tres años, cuando apareció un grupo de arquitectos denominado El Selectivo a decir que mejor que la aerovía sería un transporte fluvial. A partir de allí hubo batallas argumentativas entre los defensores de la ría como vía viva y las autoridades, Jaime Nebot a la cabeza del Municipio, y Andrés Roche por el lado de la Autoridad de Tránsito Municipal (ver infografía).

Esta vez no quieren peros, por eso empiezan esta batalla con varias instituciones participantes. El plan es, adelanta el director ejecutivo del Grupo Guayaquil Bicentenario, Napoleón Ycaza, presentar a la alcaldesa Cynthia Viteri todo el proyecto. “Un aporte técnico desde la sociedad civil que no pueda ser refutado y que no se quede, como muchos otros proyectos, en papel”.

La Escuela Politécnica del Litoral trabaja para este efecto el proyecto de ‘Diseño de un sistema de transporte fluvial para pasajeros y carga general a través del río guayas. Durán-Guayaquil-Isla Puná, que se plantea identificar las zonas de Guayaquil que presentan mayor congestionamiento vehicular en horas pico y las de mayor demanda de sistema de transporte público.

Este trabajo también busca diseñar de manera preliminar una embarcación de pasajeros que pueda navegar el río Guayas, siguiendo los estándares de una sociedad calificadora y aplicando conocimientos de ingeniería naval, para obtener un diseño seguro y eficiente, describe Eduardo Guzmán, estudiante de noveno semestre y creador del proyecto que supervisa y dirige Rafael Espinosa, presidente del Colegio de Ingenieros Navales.

Por el lado de la Universidad de Guayaquil, el catedrático Héctor Hugo, que también dirigió el Proyecto Delta (un plan urbanístico para mejorar el entorno de la entidad), diseñará las conexiones urbanas hacia el río con estaciones multimodales que faciliten el acceso a todos los tipos de transporte público y privados existentes.

Los colegios de Arquitectos e Ingenieros fungen como asesores técnicos de esta iniciativa, que tendrá varias etapas: investigación de mercado, modelo de transporte fluvial, diseño conceptual y diseño preliminar. Se estima que armar el documento tomará medio año.

El colectivo apunta a que no solo Guayaquil se una. Se habla de la cuenca baja del Guayas y se tiene previsto presentar la iniciativa a todos los municipios comprometidos, los del llamado Gran Guayaquil (Daule, Samborondón y Durán, que coincidencialmente tienen de alcaldes a militantes del mismo partido político, PSC), y a los demás territorios cercanos que puedan conectarse por río.

El arquitecto Héctor Hugo reflexiona al respecto. “Es necesario mirar hacia proyectos de mancomunidad, que involucren a todos los municipios de la cuenca baja, no solo en temas de movilidad, sino en manejo de desechos sólidos y la parte productiva y agrícola”.