Obras sectorizadas, la opción más aconsejable de mitigación ante El Niño
Especialistas consideran que hay que aplicar soluciones de acuerdo con cada zona o problema. Otro sugiere que el quinto puente sea también un dique
Obras de bajo costo y soluciones según cada sector son las recomendaciones en las que coinciden dos ingenieros expertos en hidráulica, ante eventuales inundaciones causadas por el evento climático El Niño, sobre todo en las ciudades y zonas rurales situadas en la cuenca del Guayas.
Te puede interesar: Un plan de preparación y respuesta ante El Niño basado en un modelo electoral
Entre ellas están los sistemas que permiten almacenar o alojar temporalmente el agua en exceso mientras están saturados los sistemas de drenaje por las intensas lluvias o una marea alta, como por ejemplo una cisterna, un tanque; o las llamadas ‘medidas de la naturaleza’, como una zanja verde o jardines.
Experta: "El impacto de El Niño no será por lluvias, sino por la vulnerabilidad"
Leer másSi bien algunas por sí solas no parecen ser suficientes para evitar un anegamiento, todas en conjunto sí pueden aportar a ese objetivo, explican los ingenieros civiles Mijaíl Arias Hidalgo y Manuel Gómez De la Torre.
“Las obras grises pueden servir en ciertos casos, pero creería yo que, por ejemplo, medidas que pueden complementar una obra civil son las basadas en la naturaleza, es decir, captar los excesos de agua de la lluvia para que no pasen directamente al sistema de drenaje, que va a estar muy estresado en el momento en que haya una lluvia persistente y al mismo tiempo marea bastante alta”, plantea Arias, doctor (PhD) y máster en Ciencias por el Instituto para la Educación sobre el Agua Unesco-IHE.
Sobre todo en una ciudad tan grande, debería sectorizarse o realizar proyectos piloto por sectores.
Aclara que existen diversas opciones, pero no todas son aplicables en todos los sitios, sino según cada sector. Así, en Guayaquil, unas pueden servir para la ciudadela Urdesa, otras para el barrio Garay y otras para la zona de Prosperina, de acuerdo con cada barrio y tipo de problema que se debe atender.
Te invitamos a leer: El Niño: Ecuador entra en alerta naranja
Entre esas opciones también están los sistemas de bombeo, como en la ciudadela Las Orquídeas, con válvulas de retención en la red de alcantarillado para que no haya un reflujo del agua cuando sube mucho la marea, dice Gómez De la Torre, también máster en Ciencias por el Instituto para la Educación sobre el Agua Unesco-IHE.
$ 23,3 millones destinará el Cabildo para la época invernal en Quito
Leer másA su criterio, sobre todo en una ciudad tan grande, debería trazarse o hacer proyectos por sectores, como en Las Orquídeas. “Lo ideal sería implementarlos en el centro y sur de Guayaquil”, agrega el autor de un estudio sobre la influencia de las mareas en el sistema de alcantarillado pluvial de esta ciudad.
Según afirma, el principal problema de Guayaquil es el drenaje del exceso de agua que se produce cuando coinciden lluvias fuertes y una marea alta. Esto puede durar entre una y dos horas, que es el tiempo que las calles permanecen anegadas y luego el agua vuelve a bajar.
El fin es contener esos flujos, no necesariamente con obra gris. También puede ser con zanjas verdes, con jardines.
Héctor Hugo Ullauri, arquitecto y máster en Planificación Territorial y Gestión Ambiental, tiene una propuesta para controlar la marea del río Guayas. Plantea ampliar el proyecto del quinto puente sobre el río Guayas, que estará ubicado en el sur de la ciudad, y volverlo además un gran dique.
Esto permitiría evitar que el retorno del agua desde el mar sature el cauce del río y, de esa manera, este podría seguir recibiendo el agua del sistema de drenaje pluvial cuando haya una lluvia intensa. Afirma que esto lo aplican otros países ubicados por debajo o al mismo nivel del mar.
El sistema financiero, con riesgo de impagos ante desastres naturales
Leer másGómez y Arias coinciden en que la idea puede parecer factible, pero resulta compleja por el alto costo y el tiempo que implica una megaobra para la economía de un país como Ecuador, los estudios previos, además del posible impacto ambiental que causaría.
“Lo más barato y lo más práctico es tener la idea de la contingencia, es decir estar preparados, saber qué vamos a hacer cuando eso ocurra. Lo segundo es pensar en obras sectorizadas”, insiste Gómez, aunque también ve un problema de falta de espacios para realizarlas.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!