Ocho nuevos radares fijos para controlar la via a la costa
Aún se encuentran en fase de pruebas, pero desde el pasado domingo ya lanzan avisos luminosos a los conductores.
Aún se encuentran en fase de pruebas, pero desde el pasado domingo ya lanzan avisos luminosos a los conductores. Pocas horas después de que varios presidentes de ciudadelas exigieran a través de EXPRESO más puentes peatonales en la vía a la costa, la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) instaló ocho radares fijos a la altura de cuatro puntos estratégicos, en sentido de ida y vuelta: Portofino, en el kilómetro 12; el centro comercial Costalmar, en el 15; una subestación eléctrica situada en el 18; y la urbanización Valle Alto, en el 22.
La entidad pretende dar así respuesta al “clamor” de los moradores y evitar los excesos de velocidad que tan “lamentables accidentes y atropellos” han ocasionado en este tramo, por donde cientos de peatones cruzan cada día para ir a sus trabajos en las urbanizaciones.
Fernando Navas, director de Planificación de Tránsito en la ATM, destacó a EXPRESO que su organismo tiene “absoluta competencia” dentro del cantón Guayaquil a la hora de poder efectuar cualquier tipo de control, ya sea con medios humanos o tecnológicos: “Este año se compraron veintidós radares, veinte de ellos fijos, para la vía terminal terrestre-Pascuales, vía a Daule y vía a la costa”.
Y Freddy Granda, miembro de su departamento, precisó que los límites urbanos “llegan hasta el kilómetro 33”, aunque la E-40 sea una carretera troncal: “Desde que nos pasaron las competencias el año pasado, podemos hacer pavimentación, bordillos, rediseños viales, retornos, señalización e iluminación, así como poner mobiliario urbano, radares o letreros”.
Los dispositivos operarán de manera “permanente”, no solo en la temporada de playa. Pero las infracciones no acarrearán multas, cuyo importe asciende como mínimo al 30 por ciento del salario básico unificado, hasta mediados de enero. Entre otras cosas porque también se van a reajustar los límites de velocidad. “Habrá un período de adaptación. Estos equipos son preventivos, avisan con antelación”, detalló Granda.
Los moradores
“Ojalá luego construyan más puentes peatonales”
Ayer, los presidentes de las urbanizaciones se sentían algo confundidos. Siempre habían creído que los temas relacionados con el tránsito en la vía a la costa correspondían a la CTE.
Sin embargo, a estas alturas solo buscan soluciones. Y, en el fondo, les importa más bien poco qué institución las ponga en marcha. Para ellos, la colocación de los radares puede entenderse como un primer gesto hacia la comunidad, aunque no colma ni de lejos sus necesidades. “No sabemos qué ha ocurrido, pero es un buen síntoma, una reacción. Ojalá sirva para que luego haya más vigilantes que controlen el asunto de los peatones, construyan más pasos a desnivel... De lo contrario, seguiremos con los mismos problemas de siempre. Eso sí, que señalen bien dónde se puede circular a 70 y dónde a 90”, analizó Álvaro Cruz, representante de Belo Horizonte.
Guillermo Ayala, de Puerto Seymour, también valoró la actitud de la ATM, pero mostró su deseo de que no se abra una nueva brecha entre las instituciones locales y nacionales: “Nos parece bien que actúe. Necesitamos que alguien lo haga”.
Al igual que Cruz, Ayala se preguntaba “qué ocurrirá con los viandantes”. Porque a su juicio, existe el peligro de que los conductores se crean con más derecho a circular a velocidades que pueden resultar letales para los peatones en caso de siniestro. “Puede ponerse más peligroso. Lo mejor sería que el Municipio, al ver que -el Ministerio de Transportes y Obras Públicas- no da el paso, levante los puentes peatonales”, resaltó.