La OEA sugiere separación entre elección y elección para garantizar voto informado

La misión de observadores electorales de la Organización de Estados Americanos (OEA) emitió su informe preliminar de recomendaciones de las elecciones del 15 de octubre de 2023 en Ecuador.

En el documento, de 35 páginas, una de las primeras sugerencias es que el Consejo Nacional Electoral (CNE) cree un Servicio Profesional Electoral al que puedan aplicar todos los ciudadanos a través de concursos periódicos.

Esto, debido a que la misión encontró que la responsabilidad de las distintas actividades y áreas técnicas del CNE, así como las vocalías a nivel provincial, están divididas entre los consejeros que conforman el pleno del órgano electoral.

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La práctica genera suspicacias, y se podría interpreta como cuotas de poder, además que puede generar que los procesos a nivel local difieran entre provincias, lo que afecta la estandarización del proceso electoral, resume el informe.

Otra de las observaciones que hace la OEA es que, una vez que se hace el recuento de actas que puede ser por falta de firmas, inconsistencia numérica, o por diferencia con las actas entregadas a las organizaciones políticas, es imposible saber qué motivo la revisión.

"Lo anterior, por un lado, no permite identificar los errores o deficiencias en los escrutinios y, por otro, limita la capacidad del CNE para tomar medidas correctivas con el fin de reducir el número de actas que pasan a recuento", señala el documento.

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En otro punto, reconoce el marco legal que existe para el control de los recursos que ingresan a las campañas. Sin embargo, "las fortalezas normativas no resultan consistentes con los endebles resultados que, en la práctica, arrojan los ejercicios de control y fiscalización", señala con base a diálogos con diferentes actores.

El rol de grupos sociales

La misión de la OEA muestra su preocupación por la proliferación de "colectivos" que emitieron pronunciamientos políticos, alegatos de fraude y llamados a manifestaciones, alineadas a algunas agrupaciones políticas, que generaron episodios de violencia y promovieron la desinformación.

La actividad prolongada y articulada de estos grupos hace suponer a los veedores que cuentan con un financiamiento sostenido. El problema, dice el informe, es que no existe ningún control sobre su constitución y financiamiento, pese a que tienen como objeto incidir en el proceso.

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Preocupa que esta falta de control del financiamiento político- electoral sea una ventana para que el crimen organizado pueda inyectar fondos y ejercer influencia política a través de esos colectivos.

Cansancio en electores

De los diálogos con actores sociales y políticos los veedores llegaron a la conclusión de que existe un "cansancio generalizado" en el electorado, los funcionarios electorales y los integrantes de las Juntas Receptoras del Voto. Esto, porque en siete años los ecuatorianos han tenido que asistir a las urnas en, al menos, nueve ocasiones.

"En un contexto de alta polarización como el que experimenta Ecuador, la Misión considera positivo que los conflictos políticos sean canalizados a través de las vías institucionales establecidas en el marco constitucional vigente", señala.

Y, si bien, las elecciones pueden significar una opción para resolver las crisis de institucionalidad, también subraya que para el ejercicio de un voto informado se requieren procesos electorales organizados con tiempo y con la debida separación entre ellos.

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