Oferentes cuestionan la calidad de 6 mil candados para cárceles del país
La compra del SNAI se cerró en $ 153 mil. El proveedor asegura que sus productos, de origen chino, cumplen con el estándar.
Los enfrentamientos entre bandas narcodelictivas en las principales cárceles del país evidencian el descontrol que impera en una gran parte del sistema penitenciario desde hace unos cuatro años.
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Leer másEn esos escenarios de constante zozobra, donde los presos muchas veces tienen la libertad, aunque parezca irónico, de transitar con holgura por pasillos, patios, terrazas, techos y demás áreas de los penales, han habido carencias de objetos tan básicos como candados.
En los últimos cuatro años, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI) ha adquirido más de 11 mil de esos dispositivos de seguridad en, al menos, tres procesos contractuales, por $ 360 mil, según una revisión de Diario EXPRESO a los registros de compras de régimen común y especial, en el portal web del Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop).
En las especificaciones técnicas de la adquisición que se hizo en 2019, esa institución había determinado una necesidad de casi 8 mil candados.
En ese mismo documento se detalla que el presupuesto de ese año para la compra específica de esos artículos alcanzaba para 3.130 ítems, como finalmente se lo hizo, es decir, no se solucionó el problema. En 2019, por ejemplo, solo en la Cárcel Regional Guayas y en la Penitenciaría del Litoral se requerían más de 2 mil.
Los 3 mil dispositivos de ese entonces se adquirieron a la Importadora Mendoza Párraga, por $ 115 mil, unos $ 37 por cada candado. Al año siguiente, la Importadora Ferproc MP, relacionada con la firma del contrato anterior, ganó una subasta de 2.500 candados, por $ 98 mil, unos $ 39 por dispositivo, según los documentos.
Esteban Procel, vocero de ese grupo empresarial, indica a este Diario que ellos han participado de las ofertas con candados europeos. “Es el candado más caro que hay en el mercado por la calidad. Lamentablemente es un candado de importación. El SNAI ha comprado en estos últimos años un candado tipo barril. El mejor es el VIRO”, justifica el directivo.
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Leer másEse grupo empresarial también participó en la última subasta inversa del SNAI, la tercera que se realizó después de dos procesos desiertos, en 2021. La entidad requería 6.300 candados. El 19 de noviembre pasado inició el concurso, con la especificación en la descripción: “Candado italiano”.
“Lo sorprendente de esto es que en el proceso se daba a entender al oferente que toda la especificación técnica era para el mismo tipo de candado. Lamentablemente no sé qué pasó. En el proceso dejaron calificar otras marcas. Candados chinos”, observa el oferente.
Miguel Carvallo ganó la subasta para proveer los 6 mil candados, cuya compra se cerró en $ 153 mil, unos $ 113 mil menos del presupuesto referencial, el 5 de enero pasado. Su asesor jurídico, Daniel Lizano, comenta que su representado fue contratista del SNAI en el 2021 cuando le vendió unos guantes y linternas tácticos, y destaca que sus candados cumplen con las especificaciones técnicas del concurso.
Sobre el valor más económico de los candados de procedencia china, el vocero de Carvallo comenta que en el mercado hay productos que aunque no tengan un renombre, sí cumplen con la función y especificaciones técnicas esperadas como si se tratara de un bien de mayor costo.
Por su parte, Pablo Ramírez, director del SNAI, sostiene, sin especificar, que los proyectos de inversión cuentan con los controles respectivos. “Se compran de forma semestral, porque en algunos casos hay destrucción y por mucha utilización hay un desgaste”. En una breve entrevista, él ofrece revisar los términos del proceso.
Antes de que se seleccionara al oferente ganador también se registraron observaciones, pero los señalamientos estaban dirigidos a las especificaciones del requerimiento original.
Por ejemplo, uno de los oferentes preguntó por qué se pide un candado tipo barril si existen mejores opciones. Ante esa pregunta, la institución comentó que “la infraestructura con la que cuentan los centros de privación de libertad a nivel nacional, es decir, el tipo de cerraduras que tienen las celdas de estos centros se adapta únicamente a la medida de los candados cilíndricos tipo barril y no permite el uso de otro tipo de candado”.
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Leer másEn cambio, otro participante preguntó “por qué se adquieren candados comerciales con condiciones de seguridad limitada, cuyas llaves son fáciles de sacar copias y que se consiguen en cualquier ferretería”. El SNAI respondió que los artículos deben cumplir con la norma INEN del apartado “Candado Nivel de Seguridad y Resistencia a la Corrosión”.
Expertos creen que el SNAI debería analizar una alternativa más segura para mantener el control de las cerraduras dentro de las cárceles, como controles electrónicos centralizados de las celdas y puertas de áreas comunes, aunque se trate de una opción costosa. Según el director del SNAI, esa opción está en carpeta como uno de los proyectos que tienen previsto ejecutar en ciertos centros penitenciarios.
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