El olvido y máquinas obsoletas complican el bachillerato técnico
Docentes piden renovación de los talleres. Padres gastan hasta $ 200 al año en arreglo de aulas
La educación en colegios técnicos es una vía para que los jóvenes puedan aplicar a un empleo poco después de graduarse, y tener más probabilidades para ello que un bachiller común, debido a sus experiencias adquiridas durante su época de colegio. No obstante, estas oportunidades cada vez están más empobrecidas debido a la falta de inversión por parte del Estado.
El Bachillerato Técnico busca imponerse ante las dificultades
Leer másBolívar Potes, representante de la Asociación de Profesores de Escuelas del Ecuador, e Hilario Beltrán, dirigente de la Unión Nacional de Educadores de Guayas, concuerdan en que la inversión ha sido nula por parte del Estado para el mantenimiento y renovación de las maquinarias y demás implementos para el aprendizaje de los alumnos de estos sistemas educativos; materiales que, a decir de ellos, han quedado completamente obsoletos.
Ellos afirman que este panorama se observa incluso en las instituciones reconocidas del país, como los institutos técnicos Simón Bolívar, José Peralta y León Febres-Cordero, como lo ratifican docentes y representantes del gremio docente y educativo.
Bolívar Potes
Alberto Ramírez, profesor del colegio José Peralta, ubicado al sur de Guayaquil, detalla que hace más de 20 años que su institución no ha tenido la capacidad de cambiar sus módulos de aprendizaje y talleres. “Yo imparto Electrónica a los chicos y para esto tenemos 15 módulos para realizar prácticas con diodos, transistores y demás aparatos, los cuales eran buenos en su tiempo, como hace 30 años. Pero hoy la mayoría no sirve como debería, y a veces solo tenemos tres en buen estado para que los chicos practiquen”.
Esta situación es compartida por más docentes del país y no es un panorama exclusivo del colegio José Peralta. Ángel Cercado y Rody Merchán, del colegio Simón Bolívar, también han enfrentado esta complicación.
La COVID-19, aún con secuelas en la educación
Leer másAnte estas problemáticas, los educadores se han visto obligados a solicitar a los padres de familia dinero para el arreglo de las estaciones de enseñanza, y también les piden a los representantes que ellos compren las herramientas que necesitan sus hijos, pues ellos no cuentan con todos estos implementos en los planteles.
“Los padres deben comprar las herramientas de sus hijos, que eso sale en unos 80 dólares. A eso se suma que también deben invertir entre 30 y 40 dólares por semestre porque hay proyectos de término del ciclo. Por ello, entre estas dos cosas y demás gastos que se piden a lo largo del curso, terminan dando entre 150 y 200 dólares por año para que los chicos estudien y tengan cómo practicar sus enseñanzas”, comenta Cercado, quien agrega que los profesores en muchas ocasiones también ponen de su propio bolsillo para todos estos arreglos y herramientas para los jóvenes.
La práctica debe ser puesta a segundo plano
Pese a todos estos esfuerzos, esto no resulta suficiente y no siempre pueden continuar con sus estudios prácticos, razón por la que el cuerpo docente se ha visto obligado a enfocar sus clases en aprendizajes teóricos. “La idea de los colegios técnicos es brindarles la práctica de determinadas aptitudes para desarrollar trabajos como costureros, electricistas, mecánicos, entre otros. Si no tienen cómo practicar, se pierden de una parte fundamental de su aprendizaje”, indica Ramírez.
Una de las ‘soluciones’ a medias que han encontrado a esta situación es el uso de simuladores a través de computadoras, para que no queden grandes vacíos en sus aprendizajes.
Ivo Orellana: “Las disposiciones legales no respaldan el trabajo del docente”
Leer másAnte esta situación, EXPRESO se comunicó con el Ministerio de Educación para conocer qué medidas se están tomando. Pero hasta la publicación de este artículo no hubo respuesta.
Debido a este olvido, Potes advierte que en caso de que el Gobierno continúe ignorando las necesidades de estas instituciones, esto solo dará paso a que existan cada vez menos unidades educativas de este tipo en el país. “Ya hay muchos casos, como el colegio Pichincha o el 31 de Octubre, en Samborondón, que iniciaron como técnicos y ahora se vieron obligados a convertirse en bachillerato general”.
En el caso del 31 de Octubre, este fue construido hace 50 años con la idea de que sea un colegio dedicado a la enseñanza de confección y carpintería, pero hace 15 años más o menos, relata Potes, la falta de dinero para mantenimiento y cambio de la maquinaria para el aprendizaje de los niños, los obligó a volverse un colegio de bachillerato general unificado.
“Ya conocen varias profesiones como electromecánica, contabilidad, informática. Con eso pueden salir al mundo laboral si no pueden ir directo al mundo universitario. Sin embargo, si no tienen nada de eso, quedarán en la calle; o peor, puede que se dediquen al hurto”, pronostica Beltrán.
Cantidad
En el país existen 1.671 colegios con bachillerato técnico. El mayor número de instituciones se concentra en la Zona 5 (Los Ríos, Santa Elena, Bolívar y Galápagos), con 267 colegios. Le siguen la Zona 1 (Esmeraldas, Carchi, Imbabura y Sucumbíos), con 251, y la Zona 8 (Guayaquil, Samborondón, Durán), con 234.
Más afectados
Para Bolívar Potes, de la Asociación de Profesores de Escuelas del Ecuador, las dos Zonas con mayor número de colegios (la 5 y la 1) son las más olvidadas al tratarse de financiamiento en mantenimiento. Y considera que la región Amazónica es la más olvidada, por no contar con suficientes colegios de este tipo.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!