Fernando Burbano (CREO), Héctor Yépez (SUMA), René Yandún (ID) y Jaime Olivo (Pachakutik).

Los operadores legislativos le apuestan al juicio de Glas

La estrategia apunta a tres temas fundamentales: el juicio político al vicepresidente de la República, Jorge Glas, la consulta popular y el apoyo al primer mandatario, Lenín Moreno.

La estrategia apunta a tres temas fundamentales: el juicio político al vicepresidente de la República, Jorge Glas, la consulta popular y el apoyo al primer mandatario, Lenín Moreno.

Los opositores buscan la unidad e incluso creen que algunos oficialistas podrían sumarse a ellos. No los de la facción dura del correísmo, sino aquellos que están al lado de Moreno, que todavía son una minoría frente a sus colegas de bancada.

La oposición prepara un acuerdo multipartidista para sacar al país de la crisis política, anunciaron a este Diario los representantes de las organizaciones políticas en la Asamblea Nacional.

Su idea es plantear salidas del túnel para la gobernabilidad en un momento especialmente difícil, con las denuncias de corrupción que pesan sobre el segundo mandatario.

Pero ¿quienes son los encargados para hablar con los demás?

En el Legislativo, cada organización tiene su propia cabeza, así como cada bloque. Los primeros se encargan de los diálogos internos y de los consensos.

Por ejemplo, Alianza PAIS (AP) tiene 13 coordinadores, uno por cada comisión. Pero la coordinadora más visible es Ximena Peña. Los verdeflex se reúnen antes de cada plenario por 30 y 45 minutos, si se extienden significa que no llegaron a un acuerdo. Eso ocurrió en el período parlamentario anterior, con la votación del Código del Ambiente que se suspendió por tres ocasiones. Ellos tienen ocho grupos de WHAAPS.

Otro ejemplo, el jefe de bancada de Pachakutik es Eddie Peñafiel, quien convoca a reuniones antes del plenario en su oficina.

En cambio, los encargados de hablar con los cuatro bloques que conviven en la Asamblea: PAIS, CREO, SUMA, Bloque de Integración Nacional (BLIN), son los ‘alfiles’ . Ellos tienen características especiales: habilidad política, poder, influencia y liderazgo.

Por ejemplo, el negociador de la bancada de CREO es Roberto Gómez. Él es la ‘voz’ oficial de los diálogos y compromisos con los distintos bloques. Los legisladores de esa agrupación se reúnen una o dos veces a la semana, de una hora a cuatro, para discutir los proyectos. Eso ocurrió con Ley de Paraísos Fiscales, por ejemplo. Además, conversan antes de cada sesión para analizar la coyuntura de curul a curul en el hemiciclo legislativo. O en los pasillos del plenario mientras toman café .

Ellos, además, mantienen “relaciones bilaterales” con sus colegas de distintas organizaciones.

En el Partido Social Cristiano-Madera de Guerrero (PSC-MG) hay tres cabezas: Carlos Falquez, jefe de bancada, Henry Cucalón, coordinador, y Luis Fernando Torres. Este último, que es el tercer vocal del Consejo Administración Legislativa (CAL), tiene entrada directa con el presidente de la Asamblea, José Serrano.

Para los socialcristianos, la fórmula es unen la experiencia, la trayectoria y la juventud, dice Patricia Henríquez, del PSC-MG.

Los pedidos de consulta popular reaparecen

Consideran que es el momento justo. Organizaciones sociales y actores políticos creen que la vía más rápida para hacer cambios en la estructura del Estado y, de paso, combatir la corrupción es con una consulta popular.

La excandidata presidencial socialcristiana Cynthia Viteri dice que la convocatoria debe ser inmediata. “En derechos las cosas se deshacen como se hacen. Fue una consulta popular la que aprobó la actual Constitución”, manifestó a EXPRESO.

Lo mismo apunta el excandidato por las izquierdas, Paco Moncayo, que ve en una consulta convocada por el presidente Lenín Moreno la vía más expedita para lograr cambios.

Los dos políticos coinciden en varias preguntas que se podrían plantear. La eliminación del Consejo de Participación Ciudadana, que la comunicación deje de ser un servicio público, o que los mecanismos de control sean más diversos son, entre otros, los temas.

Públicamente, desde el Gobierno no se dice nada al respecto, pero internamente se reconoce que es una posibilidad. El presidente Moreno, a inicios de este mes, hizo un llamado a los prefectos para que “apoyen al Gobierno cuando quiera consultar al pueblo cuantas veces sean necesarias”.

La próxima semana el movimiento Unidad Popular (UP) presentará un documento con una petición formal para que el mandatario analice el llamado a una consulta.