Oportunismo vs. improvisacion

Tras 12 días de caos ha llegado la pausa, ya que continúan las demandas, amenazas de movilizaciones y requerimientos de los indígenas y sindicalistas, casi extintos por el correato que los dividió, persiguió y convirtió a Vargas por dos años en prófugo; recuperando algo de protagonismo político gracias a la intentona de golpe de Estado por parte de los correístas aliados a las narcomafias nacionales y extranjeras.

Quedó claro que las medidas, sin importar su impacto, fueron el pretexto que requerían los complotadores, aliados con los oportunistas, para los primeros, intentar tumbar al Gobierno, adelantar las elecciones y así traer a su jefe desde el ático, lanzarlo de candidato a vicepresidente o asambleísta, y cubrirlo con el manto de inmunidad para evitar que lo juzguen y condenen por la época robada, recuperando el control del narcoestado y blindando la impunidad de los actos mafiosos del correato. Y para los segundos, la oportunidad de recuperar espacios políticos y de poder.

El Gobierno ha tenido un proceder errático, de improvisación constante, dejando en entredicho el liderazgo y la capacidad de reacción ante situaciones de crisis. El diálogo es conveniente cuando se tiene la claridad de planes, procesos, firmeza y determinación para llevarlos a cabo; caso contrario reina el descontrol, el opositor rompe los límites evidenciando la debilidad del gobernante, lo cual percibimos los ecuatorianos tras los 12 días de revueltas en las que 3 mestizos con apellidos españoles caotizaron el país, haciendo ostentación de odio y plumaje al declararse representantes de la nacionalidad indígena, reivindicando la lucha a favor de los ecuatorianos, como si de Estados distintos se tratara. La nacionalidad ecuatoriana es una sola, integrada por múltiples culturas, que no es lo mismo. Entre tanto, los ecuatorianos preguntamos al gobernante: ¿quién pagará con dinero y cárcel las pérdidas económicas por la paralización y el vandalismo? Ya que de no castigar a los responsables los ecuatorianos seguiremos siendo esclavos de los caprichos de oportunistas, golpistas e improvisados.