Pablo Beltrán: “Hay que buscar formas de aumentar el financiamiento”
Nuevo presidente del Consejo de Educación Superior (CES), el organismo de regulación y planificación del sistema universitario.
Cuando en 2018 postuló para integrar el CES, quería aportar a la recuperación de la autonomía universitaria. Ahora, luego de tres años de experiencia en la entidad, como ganador del reciente concurso y nuevo presidente de ese organismo, agrega a ese tema el de impulsar la educación técnica y tecnológica. Considera que la ley aprobada en 2010 (LOES) limitaba el ejercicio pleno de la autonomía.
Esa ley surgió justamente porque se argumentaba que antes había una falta de control a las instituciones de educación superior. Es decir, el sistema pasó de un extremo a otro. ¿Es posible hallar ahora un punto medio?
Lo fundamental consiste en buscar el equilibrio entre un sistema regulado, pero respetando la autonomía. Tenemos que recordar que la Constitución es el punto de partida para formular cualquier ley y cualquier reglamento. La Constitución garantiza los derechos y los principios de autonomía y corresponsabilidad de las instituciones de educación superior y también garantiza la creación de un sistema libre, en donde puedan coexistir instituciones públicas y particulares. Efectivamente, se creó un sistema en donde la calidad estuvo muy cuestionada. Luego de un proceso de depuración ya se consolidó y ahora contamos con un sistema más maduro. (...) Entonces vamos a revisar esta ley, esta regulación, para poder adaptarla al sistema y a la situación actual que vive el país.
¿Por ejemplo, dándole a las instituciones la potestad de decidir la aprobación de sus nuevas carreras, de nuevos programas e, inclusive, la creación de extensiones en otras ciudades?
Exactamente. En la primera sesión del pleno ingresé una propuesta de reforma al reglamento de régimen académico que vamos a analizar hoy (jueves) con universidades e institutos. Esta reforma va a permitir que las IES (instituciones de educación superior) sean quienes decidan, en uso de su autonomía responsable, la pertinencia de crear extensiones y sean ellas mismas las que decidan crear o modificar su oferta académica, para adaptarse de manera rápida y oportuna a los cambios que el sistema productivo está demandando.
Una parte de la autonomía es la financiera, y en ese sentido las universidades públicas han sido muy afectadas por los recortes de sus presupuestos, lo que las ha obligado a reducir personal docente y sus investigaciones.
Es importante diferenciar entre la autonomía financiera y el acceso a un presupuesto, a recursos financieros. Lo que se ha visto limitado en los últimos años es el acceso a ese financiamiento, es decir, a la posibilidad de incrementar los ingresos de las universidades e institutos públicos. Pero por una razón muy sencilla que deviene de la misma ley, que establece la forma cómo debe financiarse el presupuesto de las universidades, esto es, a través del Fopedeupo, que se alimenta principalmente del impuesto a la renta. Por lo tanto, en una economía en recesión, donde la renta nacional decae, es obvio que lo que se recauda por impuestos a la renta, por esta economía, va también a decaer.
¿Qué opciones hay entonces?
Hay que buscar el equilibrio entre las dos cosas. Hay que buscar formas para que esas fuentes de financiamiento se incrementen y de esa manera las IES puedan incrementar su presupuesto. Pero también hay que ser más creativo para que las mismas universidades y escuelas politécnicas puedan sugerir unas formas más óptimas de distribución del presupuesto, a fin de poder responder a las necesidades de incremento en la oferta académica.
¿Tiene alguna idea o propuesta para que los presupuestos de las universidades públicas no sean tan susceptibles al vaivén económico y reducción de la renta?
Hay un espacio y hay que buscar otros mecanismos. Nosotros, como Consejo de Educación Superior, emitimos la normativa complementaria, pero esa normativa debe estar en concordancia con la Ley Orgánica de Educación Superior. Y esta limita el ejercicio de las universidades en cuanto a su autonomía financiera para poder buscar otras fuentes de financiamiento. Entonces, dentro del marco que nos permite regular de manera complementaria, sí estamos buscando y vamos a encontrar mecanismos para que las IES puedan tener mayor libertad y uso completo de su autonomía financiera. Esto, se me ocurre, puede ser a través de la oferta académica de cuarto nivel, la cual no es gratuita. De esa manera, pueden ofrecer programas como maestrías y especializaciones, y de esa manera ayudar en su financiamiento a las carreras de tercer nivel.