Pachakutik va tras un tercio de las frecuencias
Instantáneas legislativas: las reformas a la Ley de Comunicación de Dina Farinango refuerzan el Cordicom correísta y entregan frecuencias sin concurso a las comunidades indígenas.
1. Entre la codicia y la nostalgia
Pachakutik mira la persecución del periodismo con nostalgia y la repartición del espectro radioeléctrico con codicia. El nuevo paquete de reformas a la Ley de Comunicación que presentó esta semana su asambleísta Dina Farinango cubre ambas pasiones: de un lado, desempolva y refuerza el Consejo de Regulación (Cordicom) del correísmo; de otro, entrega frecuencias a comunidades y pueblos indígenas sin necesidad de concursar por ellas. Al acto de presentación del nuevo proyecto acudió entusiasta el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, quien precisamente aprendió en octubre de 2019 para qué le pueden servir esas frecuencias.
El proyecto reforma o deroga 34 artículos de la ley vigente, da marcha atrás en algunos de los cambios que el gobierno anterior aprobó para atenuar su efecto punitivo (especialmente el concepto de la autorregulación, que desaparece del texto), recompone otros que dificultaban el funcionamiento económico de los medios privados y, en fin, se presenta como una reacción a la propuesta del Gobierno que actualmente se discute, por razones difíciles de precisar, en la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea. “Entierra aquel libertinaje que en un proyecto simple se entregó por parte del Gobierno”, dijo Farinango. El suyo será transparente pero de simple no tiene nada.
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Leer más2. La Otra revolución ciudadana del siglo
Pachakutik no entiende la comunicación sin lo que Jorge Guachamín, representante de la Coordinadora de Medios Populares (Corape), llama “una institucionalidad que haga cumplir la ley”. Para ello está el Cordicom correísta de toda la vida. Pero como eso suena tan mal, han decidido darle un baño de maquillaje otorgándole “una conformación menos oficial y más ciudadana”: son palabras de Cristina Benavides, directora de Comunicación de la Universidad Central. He ahí el reto de la ley de comunicación de Pachakutik: ciudadanizar el Cordicom. ¿Cómo se hace eso? Basta con agregar, a los ya considerados representantes de los distintos organismos oficiales que forman parte de ese organismo, uno más. Uno proveniente de las facultades de Comunicación de las universidades del país. Cristina Benavides, por ejemplo. Al Cordicom correísta de toda la vida se integra Cristina Benavides y ya está: ciudadanizado.
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Leer más3. Medios: que no acaparen los otros
Según la Ley de Comunicación, todo el mundo tiene que concursar por una frecuencia. ¿Todo el mundo? No. Los medios públicos están exentos. Ahora Pachakutik propone una reforma para ampliar esa exención a “los medios comunitarios de pueblos y comunidades”. En otras palabras: a la Conaie. De frente. El resto de medios comunitarios que no pertenezcan a pueblos y comunidades indígenas, afroecuatorianas o montubias sí tendrán que concursar con los privados, pero recibirán una ventaja: se les otorgará el 25 por ciento de los puntos por acción afirmativa.
Y también está el pastel publicitario. Las reformas de Pachakutik mantienen aquel principio según el cual las entidades del sector público que contraten propaganda lo harán en función de su público objetivo. Sin embargo, de manera contradictoria, imponen que el 34 por ciento de ese gasto deberá destinarse a medios comunitarios, pues 34 por ciento es el porcentaje de frecuencias que corresponde a esos medios.
Solo falta que el proyecto de reformas de Pachakutik llegue a la Comisión de Relaciones Internacionales, donde el grupo de legisladores correístas que ya trabaja ahí para mantener los rasgos punitivos de la ley, lo acogerá con agrado. Correísmo-PK: la mayoría que duerme en la Asamblea está por activarse de nuevo.
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