Su candidatura fue la última generadora de expectativas en ser anunciada. Se lo consideró un presidenciable fuerte. Sin embargo, su resultado en las urnas se desinfló hasta el 6 % en el conteo final de votos. La Izquierda Democrática vuelve con este resul

Paco Moncayo: “La salida a la crisis es con acuerdos amplios, esta en manos de Lasso”

Su candidatura fue la última generadora de expectativas en ser anunciada. Se lo consideró un presidenciable fuerte. Sin embargo, su resultado en las urnas se desinfló hasta el 6 % en el conteo final de votos. La Izquierda Democrática vuelve con este re

- Su resultado final. ¿Lo decepciona o tenía altas expectativas?

- De ninguna manera. Mi posición en la Sierra y el Oriente era sólida hasta la última semana cuando la estrategia del voto útil dio efecto. No es vanidad, es la verdad, muchos votaron por quien iba segundo. Y mi candidatura se desinfló.

- Usted fue el primero en fijar posturas: ni el Gobierno ni la oposición. ¿Qué lo llevó a un pronunciamiento tan a priori?

- No fue a priori. Eso fue lo que dije en toda la campaña a los ecuatorianos.

- No al inicio.

- Siempre fui claro.

- Hace cuatro meses, usted dijo en Ecuavisa: “en segunda vuelta yo apoyaré a un candidato de oposición”.

- Sí. Sí. Pero una cosa es lo que usted dice antes de que se produzcan todos los acontecimientos. Cuando usted dice una cosa, en un día, lo dice bajo las condiciones y circunstancias específicas de ese día.

- ¿Qué lo llevó a cambiar su percepción?

- He dicho claramente que la alternativa no es más de lo mismo, que sería desastroso para el país. Pero tampoco que el péndulo nos lleve a una propuesta claramente neoliberal, que podría afectar lo único rescatable de este Gobierno: las políticas sociales. Yo no solo he pedido el voto, he dado alternativas. Y ninguno de los dos lo hace.

- ¿No le parece que al haber dicho antes de las elecciones que apoyará a un candidato de oposición y luego de las elecciones lo contrario, usted está faltando a su palabra?

- Primero yo no he dado palabra bajo juramento. Yo lo que estaba diciendo... Usted sabe muy bien, que esto no puede simplemente apoyar a la oposición así me ofrezca acabar con el país. Por último, he cambiado de opinión. ¡Pero no me diga que estoy faltando a la palabra!

Moncayo no suele perder el tono conciliador, pero defiende su honor: “una cosa es dar la palabra y otra dar una opinión”, sentencia. Hora de cambiar el tema.

- ¿A qué apela cuando llama al consenso de oposición para una segunda vuelta?

- El tema es muy claro. El señor Lasso ha recogido el apoyo del 28 % de los ecuatorianos, de manera que no puede esperar una adhesión mecánica de quienes no votamos por él. Si quiere ganar, debe buscar un acuerdo en base a compromisos y un programa que recoja aspiraciones más amplias.

- ¿Siente voluntad política en el ambiente para dar ese paso?

- Creo que ya Guillermo Lasso se ha pronunciado a favor de eso. Pero habrá que esperar por acciones concretas que se traduzcan no solo en diálogo, sino en acuerdos. Mire, yo no creo que esto es o Lenín o Lasso. Creo que el matiz se dará por una negociación.

- ¿Si no es Moreno ni Lasso, cuál es la vía?

- Precisamente un programa de crisis. Porque eso es lo que vive el país. Y hay que salir de la crisis sin el radicalismo de ambos candidatos. Es posible que sectores políticos de distintas ideologías acordemos la salida a la crisis más allá de las elecciones. Como esto, del lado del Gobierno, es imposible. La única salida a la crisis es con acuerdos amplios, está en manos de Guillermo Lasso.

- Hay mucha atención sobre la contienda presidencial. ¿Pero qué ha pasado con la Asamblea?

- Mi lectura, y así lo he denunciado con documentos, es que ha habido un fraude para lograr la mayoría absoluta oficialista en la Asamblea. El fraude apuntó en dos vías, les falló una, pero les valió la otra.

- ¿En qué se sustenta?

- Al sur de Quito, por ejemplo, Natasha Arias (candidata legislativa por la ID) no se le registran los votos a favor.

- ¿Lo denunció ante el CNE?

- Estas inconsistencias ya están presentadas al CNE. Esto ha sido una monstruosidad.

- ¿No ha visto en este un proceso legítimo?

- No. PAIS va a lograr una mayoría que no la merece. Lo que está pasando en este país es un absurdo: ahora es el Gobierno, que controla al CNE, el que dice que es víctima de fraude. Es una locura. Esto, por decir lo menos, ha sido un proceso opaco.

- ¿Confía en que se transparente ante la segunda vuelta?

- Si no hubiese habido presión popular, si Ecuador no hubiera salido a las calles, Moreno habría llegado a los 40 puntos. Yo no creo en un sistema diseñado por el partido de Gobierno para no irse nunca del poder. Esto es una franquicia. Contra eso tenemos que luchar.

- El alcalde Jaime Nebot ha llamado a movilizarse. ¿Confía en esa estrategia?

- No he tenido contacto con el alcalde Nebot. Mire. La marcha oportuna es la que evitó que se consumara un fraude para esquivar la segunda vuelta. Esa fue la oportuna. Ahora, cualquier futura marcha será un mensaje de advertencia a la autoridad que necesitamos un proceso limpio. Eso sirve, por supuesto.

Al final, tampoco Nebot confió en esa estrategia. La tarde del viernes la convocatoria a marchar se dio por “reprogramada” y sin fecha por definir. El ocho de marzo, por lo tanto, solo el presidente estará en las calles como prometió.

- ¿Considera usted un fracaso el número de curules que obtiene la ID, un partido histórico?

- No es así. Este partido se inscribió cuatro meses antes de las elecciones. Así que es un logro importantísimo tener cuatro legisladores de un partido que apenas se ha registrado, que no tenía estructura sólida. Es un logro por donde lo mire.

- ¿La ID resucitó?

- La ID siempre estuvo viva. Ahora comienza un nuevo camino con el país.

- ¿Cuál será su rol en ese camino nuevo?

- El de siempre: yo creo en la socialdemocracia.

- ¿Le quedan ganas de volver a una papeleta?

- Me quedan ganas de defender ideas, no personas.

- ¿Qué le espera a este país?

- Espero que no le aguarde una mala calidad de vida por la mala calidad de los políticos que gobiernan.

- También depende de usted.

- De todos. De un país donde el Derecho no dependa de mandón de turno, depende de un gran acuerdo nacional y de dejar a un lado esas tonterías de correístas y anticorreístas porque el país es mucho más que Correa. Eso lo debemos reconstruir.

ABP