El padecimiento se extiende por la falta de un medicamento
María Dolores padece hipertensión pulmonar. La principal medicina no la recibe regularmente desde 2018. Se trata en un hospital del Seguro Social en Quito
En el sector de San Carlos, al norte de Quito, encontramos a María Dolores Páez, una madre de familia jubilada de 48 años de edad con hipertensión pulmonar, una enfermedad que hace que la presión de la sangre en las arterias pulmonares aumente por encima de un determinado nivel.
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Leer másAl igual que varios pacientes que padecen esta enfermedad crónica y siguen su tratamiento en la red del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, ella debe lidiar con la ausencia del medicamento principal para su tratamiento, cuyo costo no es asequible en farmacéuticas particulares.
María Dolores se trata en el Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM) y desde 2018 no recibe regularmente bosetan de 125 miligramos, una pastilla que permite, en conjunto con la sildenafil, controlar su enfermedad y llevar una vida “un poco normal”. La compra de un frasco de bosetan con la molécula original bordea los 5.000 dólares, en el que vienen 60 comprimidos para 30 días.
“Este año comenzaron a darnos un supuesto genérico que nos dieron con otros compañeros solo una vez en febrero, pero empecé sentir reacciones adversas, tanto así que me tuvieron que colocar un marcapaso, porque comencé a tener taquicardia”, comenta.
Esta paciente lidera la Asociación de Pacientes con Hipertensión Pulmonar Ecuador, donde hay más de 60 personas, en su mayoría mujeres, con esta patología y gran cantidad de afectados del HCAM por no recibir la medicación.
“Es totalmente difícil, complicado e incluso yo he tenido que suspender el medicamento porque quise comprar una copia, pero esta estaba en $ 800, la más barata. No he podido comprarla”, dice.
La consecuencia de no consumir esta medicación obliga a María Dolores a pasar las 24 horas del día conectada al oxígeno, caso contrario se agita muy rápido y comienza a hincharse por la retención de líquidos. Cuando recibía el tratamiento completo, su terapia con oxígeno era de 12 a 15 horas solamente.