Pamela Aguirre quiere legitimar a Wilman Terán para cortar la cabeza a la fiscal

Para que el operativo ‘Asalto a la Justicia’ (en plena ejecución) sirva para echar abajo la sentencia del caso Sobornos y traer de vuelta a Rafael Correa antes de las elecciones y pueda candidatizarse a la Vicepresidencia, urge sacar del camino a la fiscal Diana Salazar. Con Salazar en su cargo, presentar un recurso de revisión por el caso Sobornos sería muy complicado: ella apelaría y haría todo lo que está a su alcance para evitar que los jueces le den el gusto al correísmo. 

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Esta es la razón por la que se está activando, nuevamente, el juicio político en contra de Salazar en la Asamblea que había entrado en hibernación luego del anuncio de que la fiscal tiene un embarazo de riesgo.

Esta urgencia se ha hecho evidente en las últimas semanas: el correísmo que luego de la suspensión del juicio a Salazar había reaccionado más bien en tono de resignación, ahora ha vuelto a emitir señales, bastante desesperadas, de que es tiempo de volver a poner en escena el proceso.

En esa necesidad de volver urgentemente al juicio se inscribe la entrevista que Radio Pichincha, controlada por la correísta Prefectura de Pichincha, le hizo a la asambleísta y presidenta de la Comisión de Fiscalización, Pamela Aguirre. Cambiando su discurso original, ahora Aguirre sostiene que el juicio no nace en la agenda de la Revolución Ciudadana, sino de la ciudadanía. 

A Salazar, sostiene Aguirre, hay que enjuiciarla por lo que ocurre en las calles, por los asesinatos que no se castigan, por las vacunas que se multiplican y por los asaltos. Se trata, sostiene, de un juicio que lo plantea “el hombre a cuya mamá la secuestraron” y no los políticos. 

Lo que hace la asambleísta y el funcionario de la Prefectura de Pichincha que la entrevistó, es tratar de armar un discurso nuevo que busque posicionar la idea de que la necesidad de censurar a Salazar ya no es por un motivo político (básicamente la impunidad de Rafael Correa) sino por uno “ciudadano”. La fiscal, según este relato, es la enemiga del pueblo.

Es por eso que Aguirre, con el grácil concurso del funcionario de la Prefectura que la entrevistó durante casi una hora y media, hizo todo lo posible para hablar mal del sistema judicial y de justificar su toma.

Pero la intervención de Aguirre también puso en escena otra necesidad urgente que tiene el correísmo para llevar a buen puerto su operativo ‘Asalto a la Justicia’ y que depende de sacar a la fiscal: legitimar las acusaciones hechas en su contra por el delirante Wilman Terán. Esas acusaciones, da por sentado Aguirre, son el camino legítimo y legal para echarse abajo el caso Sobornos. 

Aguirre repite una y otra vez que los supuestos chats que presentó Terán y en los que supuestamente aparece Salazar presionándolo para condenar a Correa son tan válidos como los que aparecieron de los teléfonos del narcotraficante Leandro Norero en el caso Metástasis o de los operadores judiciales en el caso Purga. 

“Yo creo en lo que veo, yo creo en lo que veo”, sostuvo la asambleísta cuando el funcionario de la Prefectura le transmitió una pregunta de algún usuario de redes sociales que quería saber si la asambleísta le cree todo a Terán. Es evidente, por lo visto, que el correísmo trabaja para echar dudas sobre todo lo que apareció en Metástasis y Purga e introducir en el debate otros elementos como las declaraciones de Wilman Terán o el audio montado por dos abogados cuyo único objetivo era posicionar la idea de que todo lo que dijo Mayra Salazar en su testimonio anticipado había sido pagado por el Banco del Pacífico.

Aguirre y el funcionario de la Prefectura también dejaron en evidencia que para que el operativo funcione, hay que echar lodo a la prensa porque, según ellos, solo transmite la versión anticorreísta. Es por eso por lo que, durante todo el programa, el funcionario de la Prefectura que hizo la entrevista hilvanó la tesis de las mafias mediáticas. No como concepto peyorativo, dijo el funcionario, sino como constatación de que su agenda ha sido el de la injusticia. Lo de Pamela Aguirre ayer en la radio controlada por su coidearia Paola Pabón dejó en claro cuáles son los pasos que se siguen para coronar el plan: legitimar lo que dijo un delirante que está preso para justificar el juicio y censura a Salazar, y darle crédito a un audio montado por dos abogados, para deslegitimar los escándalos de Metástasis y Purga. Eso nomás.

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