La pandemia ha provocado una crisis de salud mental "nunca antes vista"
La OPS afirma que en la región el 60 % de las personas sufre de ansiedad o depresión. Expertos locales lo confirman y llaman a reconocer sus señales.
Si usted últimamente sufre de dolores de cabeza recurrentes, fatiga crónica, alteraciones del sueño, pérdida de placer o interés en actividades que normalmente disfruta, sentimientos de tristeza o de vacío sin un motivo aparente, probablemente su salud mental está afectada.
Y no sería un caso aislado. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) afirma que hay una crisis de salud mental en la región y que el 60 % de la población presenta cuadros de depresión o ansiedad. Una situación que tiene como contexto y agravante a la COVID-19.
En tiempos de coronavirus crece el miedo a todo... hasta a la vida
Leer más“La pandemia ha provocado una crisis de salud mental en nuestra región a una escala nunca antes vista. Se trata de una tormenta perfecta en todos los países, ya que vemos necesidades cada vez mayores y recursos cada vez menores para abordarlas”, afirma la directora de la OPS, Carissa Etienne.
En los últimos meses hemos sentido miedo a la infección o ansiedad si estamos enfermos; dolor por nuestros seres queridos que han sucumbido al virus; incertidumbre sobre el futuro, ya que el trabajo y la vida como la conocíamos se ven amenazados; agobio por las noticias y la falta de información; y soledad o aislamiento tras semanas o incluso meses de distanciamiento social, subrayó Etienne el miércoles pasado en la rueda de prensa semanal en la que informa sobre la situación de la COVID-19.
En efecto, el golpe psicosocial de la pandemia a nivel individual o comunitario también se registra en Guayaquil y otras ciudades del país, dice la directora de la Escuela de Psicología de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), María José Abad Morán.
Pacientes confirmados y sospechosos de Covid-19 luchan también contra la ansiedad y la depresión
Leer másCita como referencia las consultas que reciben sus estudiantes junto a los profesionales del Instituto de Neurociencias en ‘Animaec’, iniciativa de asistencia psicológica. “En el segundo trimestre de este año, los usuarios han presentado casos mixtos de ansiedad y depresión en un 75,47 %”, asegura.
A pesar de que ha transcurrido más un año y medio desde la declaratoria de la crisis sanitaria, lejos de habituarse a ella, sus efectos en la salud mental parecen agravarse.
La máster en Dirección del Talento Humano cita un estudio publicado por la Revista Ecuatoriana de Ciencia, Tecnología e Innovación en Salud Pública, el cual estima un incremento de la incidencia de trastornos psíquicos entre una tercera parte y la mitad de la población que ha estado expuesta al virus.
Estamos ante una crisis de salud mental generalizada. Por lo tanto, más que nunca debemos ser empáticos y tolerantes".
La situación se complica (o se invisibiliza) porque los ecuatorianos no suelen acudir a un psicólogo por problemas de salud mental. Peor aún, no todos son capaces de reconocerlos.
“Somos una sociedad que culturalmente no le da importancia a la salud mental. Existe el estigma equivocado que solo quien tiene un desequilibrio psíquico evidente debe buscar atención psicológica, cuando en realidad toda persona debería ir a una consulta que le permita autoanalizarse y prevenir trastornos”, expresa la vicedecana de la Facultad de Psicología de la Universidad de Guayaquil, Susana Mata Iturralde.
Acota que, como seres biopsicosociales, muchas enfermedades metabólicas, cardiovasculares, autoinmunes y otras, suelen tener como base una inestabilidad emocional.: “El estrés, la depresión y la ansiedad patológica reducen el funcionamiento del sistema inmunológico, volviéndonos más vulnerables a enfermedades infecciosas e incluso cáncer”.
Más aún, resaltan la importancia de saber reconocer esas reacciones en familiares o compañeros de estudio o trabajo. El psicólogo Carlos Silva Kappel advierte incluso que puede haber quien decida ir a una fiesta o reunión a sabiendas del riesgo de contagio, no tanto por indisciplina social, sino como reacción al encierro. “Prefieren arriesgar la vida a continuar reprimiéndose”, explica el especialista, quien ha esbozado una teoría del ‘fin del mundo’, aludiendo a lo que se suele considerar como ‘normalidad’.
Se debe educar en salud mental, se debe trabajar en prevención tanto en instituciones educativas, empresas y en las familias.
Para los psicólogos, la pandemia ha agravado la incidencia de los problemas de salud mental y amenaza con convertirlos en su prolongación. “Varios trastornos mentales desencadenados en la pandemia serán permanentes y requerirán su debida atención de por vida”, advierte Mata, máster en Neurociencia Cognitiva.
Así lo cree la directora de la OPS: “Hoy nos enfrentamos a una crisis de salud mental que, si no se aborda, tendrá graves consecuencias. No solo empeorará la carga de los trastornos de salud mental en la región, sino que también prolongará el impacto de la pandemia”.
[Amplía] Depresión, ansiedad, estrés: la pandemia COVID-19 causó una "crisis de salud mental" sin precedentes en todo el continente americano, y "están aumentando los riesgos de violencia doméstica: el hogar no es un lugar seguro para muchos", alertó la directora de la OPS #AFP pic.twitter.com/jSAScb0VM4
— Agence France-Presse (@AFPespanol) August 18, 2020
OPS: "DEBE SER UN COMPONENTE FUNDAMENTAL DE LA RESPUESTA A LA COVID-19"
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha urgido este martes a los gobiernos de América a considerar el apoyo a la salud mental como un “componente fundamental” de la respuesta a la COVID-19.
“Los servicios de salud mental y violencia doméstica son esenciales y debemos enfocarnos en abordar las brechas que la pandemia ha dejado al descubierto. Hoy, pido a los países que tomen las medidas necesarias para garantizar que todos reciban la atención que necesitan y merecen”, expresó la directora de la entidad, Carissa Etienne, citada por EFE.
Así también lo consideran psicólogos locales consultados por EXPRESO: “Es urgente tener un programa sistemático de atención a la salud mental de la población que permita definir la prevalencia de los trastornos post COVID-19, las secuelas emocionales y proceder a realizar intervenciones de acuerdo con los resultados”, pide la psicóloga Susana Mata.