
Pandilla intenta tumbar puertas de varias casas para robar en un barrio de Esmeraldas
El ataque ocurrió a las 21:30 del domingo 23 de octubre de 2022. Un habitante muere a tiros
Momentos de angustia y zozobra vivieron la noche del pasado domingo, los moradores de la ciudadela Casa Bonita, en el sector sur de la ciudad de Esmeraldas. Una pandilla de delincuentes atacó la zona y a punta de combazos intentó tumbar las puertas de diferentes casas para delinquir.
Las familias que habitan en ese populoso sector del sur de Esmeraldas se alistaban para irse a dormir cuando unos 20 sujetos a bordo de motos, encapuchados y portando armas de grueso calibre, comenzaron su ataque.
De todos los intentos, la única puerta que pudieron violentar fue la de Darío Javier Álvarez Quinto, de 28 años y quien se dedicaba a la albañilería. El marco de la puerta de ingreso a su casa fue arrancado a punta de combazos y cuando ingresaron dispararon en repetidas ocasiones contra el joven. Tres personas más resultaron heridas, entre ellas una mujer de 60 años. Sus identidades no fueron reveladas hasta el cierre de esta nota.
Después de asesinar al dueño de casa, los antisociales se llevaron una computadora portátil, teléfonos celulares, electrodomésticos y otros objetos de valor.
Darío (nombre protegido) relata que fueron momentos desesperantes. Las familias gritaban y trataban de proteger las puertas de sus casas colocando muebles u otros objetos pesados para evitar que las tumben.
En la casa de su hermano, por ejemplo, contabilizó al menos 30 golpes con el combo, pero allí no pudieron entrar porque el marco de la puerta está soldado a las bases de acero y las aldabas tienen varillas metidas en la pared. “Eso nos salvó la vida”, relató el hombre aún nervioso por lo ocurrido.
Un testigo de los hechos contó que la manada de antisociales empezó su recorrido de terror cerca de las 21:30, cuando la mayoría de los vecinos ya se alistaban para dormir.
“Antes de que se le metieran a la casa al joven, nosotros llamamos a la policía, pero nos dijeron que estaban en La Tolita y se demoraron más de media hora en llegar”, relató el hombre, cuyo domicilio está cerca de donde ocurrió el crimen.
Al momento de la invasión de los asaltantes, dentro de la casa de Álvarez estaban la esposa de la víctima, su hija de tres años y otros familiares, “además de la hermana y unos sobrinos. Era un hombre muy responsable, trabajaba en lo que encontraba. Su casa la construyó él con su esfuerzo”, opinó una vecina sobre la víctima.
Hasta el cierre de esta edición, la Policía no se refería a este hecho que alarmó a los moradores de esta ciudadela.