Papa Francisco preside la audiencia general en el aula Nervi en el Vaticano.

El Papa denuncia la violencia contra minoria musulmana

El papa Francisco denunció las brutalidades cometidas contra la minoría musulmana rohinyá de Birmania.

El Papa Francisco denunció este miércoles 8 de febrero, las brutalidades cometidas contra la minoría musulmana rohinyá de Birmania ante los miles de fieles que asistieron a la audiencia general en el Vaticano.

Se trata de “personas buenas y pacíficas” que “sufren desde hace años”, dijo el papa al referirse a esa minoría, que según Naciones Unidas es uno de los pueblos más perseguidos del mundo, “sin amigos y sin tierra”.

Francisco pidió orar por “estos hermanos y hermanas” que han sido expulsados de Birmania, pese a que generaciones enteras residen en ese país que les niega la ciudadanía.

Según un informe de la ONU, las Fuerzas Armadas birmanas emprendieron en octubre una sangrienta operación militar represiva, “un castigo colectivo contra la minoría rohinyá”, durante la cual mataron a cientos de personas, masacraron niños, violaron mujeres, quemaron y saquearon hogares.

Unos 66.000 rohinyás tuvieron que huir a Bangladés y otros 22.000 fueron desplazados dentro del país, según el mismo informe que acusa a Birmania de aplicar una verdadera “limpieza étnica”.

Los rohinyás, cerca de un millón de habitantes, son objeto de una histórica campaña de violencia antimusulmana, relanzada en 2012 por un movimiento budista, religión mayoritaria en Birmania.

Las autoridades birmanas acusan a los rebeldes rohingyás de vínculos con el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y de ser los autores de los ataques del 9 de octubre contra varios cruces fronterizos.