Papa Francisco llega a Colombia para sanar heridas tras medio siglo de conflicto armado
Es la primera vez que el Papa visita Colombia y su presencia busca ayudar a que los acuerdos de paz resulten para ambas partes.
El Papa Francisco llegó el miércoles 6 de septiembre a Colombia con un mensaje de reconciliación a una nación dividida por el acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC para acabar con un conflicto de más de 50 años que dejó cicatrices en millones de personas.
El avión de Alitalia con el Sumo Pontífice argentino y su comitiva aterrizó en la base aérea militar de Catam, donde fue recibido por el presidente Juan Manuel Santos y su esposa.
Un adolescente que nació cuando su madre, la política Clara Rojas, estaba secuestrada por las FARC, le regaló una paloma blanca en porcelana a Francisco.
El Papa observó sonriente un baile folclórico colombiano, estrechó la mano a policías y militares que quedaron en silla de ruedas por el conflicto armado, y luego abordó un papamóvil para ir a la sede de la Nunciatura Apostólica por una autopista en donde lo esperaban miles de personas para saludarlo.
La primera visita papal en 31 años a Colombia se produce en momentos en que el Gobierno y las FARC implementan el pacto firmado el año pasado para terminar un enfrentamiento que dejó al menos 220.000 muertos y más de seis millones de desplazados.
Pero un amplio sector de la sociedad se niega a integrar a las FARC a la vida civil, mientras el Gobierno avanza en otra negociación con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que de tener éxito llevaría al país a una paz más sustentable.
En su vuelo hacia Bogotá, el primer Papa latinoamericano dijo que el viaje era “un poco especial porque se está haciendo para ayudar a Colombia a avanzar en su camino a la paz”.
Francisco buscará tender puentes en la sociedad colombiana, después de que más de 7.000 combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dejaron las armas y formaron un partido político.
La polarización entre los colombianos quedó en evidencia cuando la mayoría rechazó en un plebiscito y por estrecho margen el acuerdo de paz con las FARC.
Presionado por la oposición, el presidente Juan Manuel Santos modificó el acuerdo. Pero los cambios no llenaron las expectativas de los críticos que insisten en llevar a la cárcel a los jefes guerrilleros e impedirles participar en política.
Con el lema “Demos el primer paso”, Francisco presidirá masivas concentraciones con feligreses en la capital Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena, en donde se reunirá con víctimas de la violencia, exguerrilleros, religiosos y familias pobres del país.
“Estamos felices, él irradia amor, misericordia, compasión, alegría y paz para el pueblo colombiano”, dijo María Claudia Garavito, una economista de 57 años, en la Plaza de Bolívar de Bogotá, en donde el Papa bendecirá el jueves a miles de jóvenes.
“Lo importante es que las personas, los políticos y la sociedad civil desarmemos nuestros corazones para que podamos seguir adelante para la unión y reconciliación del país”, agregó.
Para Óscar Garzón, un pensionado de 53 años, lo más importante es que la visita, la tercera de un Papa a Colombia, es que contribuirá a “impulsar el amor, la paz y la reconciliación en un país dividido”.