Papa: “Quienes somos para juzgar a los homosexuales”
El papa Francisco dijo que los cristianos y la Iglesia católica romana deberían buscar el perdón de los homosexuales por la manera en que los trataron en el pasado.
El papa Francisco dijo que los cristianos y la Iglesia católica romana deberían buscar el perdón de los homosexuales por la manera en que los trataron en el pasado.
En una conversación extensa con periodistas a bordo del avión papal que lo condujo desde Armenia a Roma, Francisco fue consultado sobre si concordaba con los comentarios recientes de un cardenal alemán que dijo que la Iglesia debería pedir disculpas a los homosexuales.
El papa recordó las enseñanzas de la Iglesia que dicen que los homosexuales “no deben ser discriminados, sino que deben ser respetados y acompañados pastoralmente”.
Añadió: “Creo que la Iglesia no solo debe disculparse con una persona a la que ofendió, sino que debe también disculparse con los pobres, con las mujeres que han sido explotadas, con los niños que han sido explotados en el trabajo y por bendecir tantas armas”.
La Iglesia predica que las tendencias homosexuales no son pecaminosas, pero los actos homosexuales sí, y que las personas homosexuales deberían intentar ser castas.
Francisco repitió una versión levemente modificada de su comentario “¿quién soy yo para juzgar?”, que hizo sobre los homosexuales en su primer viaje al extranjero después de ser elegido en 2013.
“La pregunta es: ante una persona en esa situación, que tiene buena voluntad, y que busca a Dios, ¿quiénes somos para juzgar?”, dijo el papa.
Con estas declaraciones, el jefe de la Iglesia católica cerró su visita a Armenia, en donde antes de abordar su vuelo soltó una paloma en dirección de Turquía, enfurecida por su uso del término “genocidio” para referirse a las masacres de armenios cometidas bajo el Imperio otomano (1915 y 1917).
Desde el santuario de Khor Virap, a unos kilómetros de la frontera con Turquía, Francisco soltó la paloma en dirección al monte Ararat, con su cima cubierta de nieve.
Visiblemente emocionado, dio luego un abrazo al supremo patriarca de la Iglesia apostólica armenia, Karekin II, que lanzó al aire otra paloma.
La ceremonia se realizó a los pies del monte que simboliza la historia cristiana de Armenia, situado en territorio turco desde 1915.
Antes de la visita, el Vaticano había dado a entender que Francisco se abstendría probablemente de utilizar el término “genocidio”, para evitar tensiones innecesarias en Oriente Medio.
La reacción de Turquía no se hizo esperar. Según el primer ministro turco, Nurettin Canlikli, el discurso papal refleja “una mentalidad de cruzadas”.