Seguridad en Ecuador: la crisis, ignorada por las autoridades desde hace 15 años
Desde 2008 EXPRESO alertó y denunció la criminalidad que condujo a la crisis actual, hubo sordera e inacción
Poco después del bombardeo ejecutado por el Ejército colombiano a un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la zona de Santa Rosa de Angostura, provincia de Sucumbíos; y de que el régimen de Rafael Correa decidiera desmantelar las unidades de inteligencia para formar nuevos equipos so pretexto de que filtraban información a Estados Unidos, Diario EXPRESO expuso desde 2008, y en un sinnúmero de ocasiones, que si no se tomaban acciones contundentes se viviría la violencia criminal que hoy azota al país y es comparada con la que sufre México.
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Leer másUna de las entrevistas más relevantes fue la del mayor Manuel Silva, en ese entonces recientemente dado de baja como comandante de la Unidad de Investigaciones Especiales de la Policía Nacional (UIES). Él enfatizó que si el Estado no estructuraba un grupo de élite que verdaderamente luchara contra el narcotráfico, pronto el país sería tan violento como México.
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Leer más“Desmantelar no significa solo quitarle los medios de trabajo, no habrá relaciones con similares de otros países; el crimen organizado traspasa las fronteras, no tiene barreras y si no hay un intercambio de información, ellos ganan”, señaló en sus respuestas (revisar gráfico).
Poco después también se advirtió de comportamientos de narcopolítica. El exsubdirector de este periódico, Francisco Huerta (+), tras haber participado en la comisión que investigó los hechos ocurridos en la frontera, calificó la situación del Ecuador como la de una “narcodemocracia”. Así también este Diario mostró las rutas que quedaron al descubierto y más casos de inseguridad por 15 años.
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Leer másSegún el abogado penalista Julio César Cueva, esta situación responde a un tema de origen relacionado con las políticas de gobierno y de Estado.
“El problema en Ecuador es que todas las políticas públicas se hacen desde gobierno, cuando lo que deberíamos tener es una política pública de Estado, eso hace que no importe qué gobierno esté en el turno. Por eso es el eterno vaivén, es algo que debe ser de larga data porque la criminalidad está permanente en las sociedades y al final del camino lo único organizado es la delincuencia”, expuso.
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Leer másDe su lado, Marcelo Flores, experto en Inteligencia y estrategia militar, enfatiza que un ejemplo de lo que señala Cueva es lo ocurrido en 2008 y 2009 con los departamentos de inteligencia de las fuerzas del orden. Sostiene que a Ecuador se le distorsionó su enfoque luego de la supuesta reestructuración y la creación del hoy llamado Centro de Inteligencia Estratégica (CIES), antes Senain.
“En 2008 lo primero que hacen es desarticular la UIES, luego de un consejo de seguridad, el presidente (Rafael Correa) dice que en el país ya hay carteles y arman un show en una sabatina en el que dicen que habrá una reestructuración de los puestos en las Fuerzas Armadas y en dos meses desaparecen la inteligencia militar y policial”, recordó.
Lo que también ha pasado es que el delincuente dice vamos a operar en Ecuador porque hay mayor beneficio para operar, sea en leyes, controles y más.
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Leer másAgregó que Ecuador enfocó sus acciones de inteligencia en amenazas externas hasta cuando tuvo la guerra con Perú, luego las dedicó a operaciones internas y entre ellas el narcotráfico, pero lastimosamente no contaba con tecnología y asesoramiento hasta que Estados Unidos ofreció ayuda que se trataba de equipos, capacitaciones y trabajos en conjunto en operativos.
“Aquí se habla de inteligencia estratégica, pero se la desconoce y se piensa en temas como el conflicto bélico de Ucrania o cambio climático, esto es de acciones y medidas para que las organizaciones delictivas armadas no hagan inteligencia a los civiles y a las autoridades”.
Se debe revisar quiénes son los infiltrados en las Fuerzas Armadas y la Policía para cambiar el curso de la seguridad en el país. Sí se puede, es de voluntad verdadera.
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Leer másNo obstante, Flores pondera que para un resultado de corto plazo es necesario implementar un plan de ocho puntos que van desde la nueva denominación de las bandas delictivas como grupos armados para que puedan ser sancionados según la ley por terrorismo; y construir un equipo de fuerza táctica especializado en respuesta inmediata para que al mismo tiempo los enfrente.
Luego que se ejecuten los cambios pertinentes en el ámbito judicial para que no queden en libertad por jueces corruptos y pedir apoyo a la agencia federal de la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) en cuestiones de controles, tecnología y más.
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Leer másDe su lado, Jhon Garaycoa, experto en seguridad privada y ciudadana, sostiene que junto a ese plan de trabajo se debe diseñar la política pública de seguridad de Estado que no solo “articule”, sino que sancione a quienes no cumplan con su trabajo para que no se afecte el buen funcionamiento de la seguridad.
“Hay que tomar los buenos ejemplos de otros países y mejorarlos: trabajar en el liderazgo y desde cero porque los poderes del Estado no están organizados y trabajan por su cuenta o sencillamente no se preocupan como deberían, luego deben conseguir el financiamiento para ejecutar los cambios tecnológicos y de equipos. Las reformas en la justicia y el control permanente en los elementos humanos, no solo al ingreso, sino siempre porque las ofertas ilegales a funcionarios son en todo momento”.
Flores y Garaycoa enfatizan que luego de 15 años de violencia criminal hay suficiente material de estudio para delinear y desarrollar acciones en contra de las personas que han impedido un cambio verdadero en Ecuador. “Hay que ejecutar operaciones militares de defensa interna, incluye el control de puertos y aeropuertos, lucha extrema contra el narcotráfico y una tercera fase que es abierta y al final ya viene la pacificación”.