El parque ingles en Quito ha sido remodelado aunque faltan detalles

Si bien es cierto, debemos destacar la labor del municipio quiteño en algunos aspectos, hay que criticar también aquello que afecta a la ciudadanía y que merece ser tomado en cuenta.

Como vecina del Parque Inglés me he percatado que, en este amplio espacio, se han hecho algunas mejoras: se han adecentado ciertas áreas, dotándolas de más asientos, se han mejorado las canchas deportivas, se han incrementado algunos juegos infantiles, etc. trabajos que merecen la felicitación de la ciudadanía. Por otro lado y, como siempre lo he venido insistiendo, existen dos baterías sanitarias, mismas que, a partir de las 3 de la tarde, simultáneamente, permanecen cerradas con grandes candados. Igual cosa ocurre los fines de semana y días feriados, donde concurre una gran cantidad de gente, incluyendo niños, jóvenes y adultos que van a practicar su deporte favorito y que, ante una necesidad biológica, se ven, prácticamente, obligados a “regar” las plantas y árboles que, con los rayos solares, despiden olores nauseabundos.

¿Cómo es posible que el Municipio no regule esta situación, extendiendo los horarios de atención y obligando a sus empleados a alternar los turnos, a fin de que estas baterías presten un buen servicio, especialmente los días y horas en que este sitio recreacional cuenta con el mayor número de ciudadanos que, a no dudarlo, requieren de este indispensable servicio.

Fabiola Carrera Alemán