Labores. Obreros desmantelaban ayer los graderíos del estadio Ramón Unamuno. Aún no se observa intervención en el coliseo Abel Jiménez Parra.

Un partido de opiniones por el Ramon Unamuno

La desaparición de tres espacios deportivos de los cuatro que conforman el complejo Pío López Lara, en el sector de las calles Capitán Nájera, Los Ríos y Cuenca, genera apreciaciones antagónicas.

La desaparición de tres espacios deportivos de los cuatro que conforman el complejo Pío López Lara, en el sector de las calles Capitán Nájera, Los Ríos y Cuenca, genera apreciaciones antagónicas.

De un lado están los deportistas y aficionados que participaban y asistían a las competencias que se desarrollaban en el estadio Ramón Unamuno (fútbol), en el coliseo Abel Jiménez Parra (baloncesto) y hasta en el gimnasio César Salazar Navas (boxeo).

“Los tres son escenarios históricos”, dice Enrique Segura, quien hasta hace poco presidió la Asociación de Baloncesto del Guayas. Desde su apreciación, es criticable que el baloncesto local se quede sin un escenario reglamentario por varios meses. “Cuando uno se cambia de casa, debe tener lista la nueva vivienda. Acá no sucede eso”.

Del lado de los que se oponen están los dueños de locales que funcionan del lado de la calle Los Ríos. “Apenas un mes nos dieron para desocupar el lugar. Somos inquilinos y nos deben tratar así. Aquí no aplican los derechos que nos otorga la Ley de Inquilinato”, dice Héctor Lázaro, un ebanista que hace 21 años alquila un espacio.

La dueña del complejo, la Federación Deportiva del Guayas, tiene nueve arrendatarios. El pasado 26 de agosto recién les comunicó que deben desalojar los locales.

Las 1,5 hectáreas que ocupa el área que será derrocada la ocupará un espacio recreativo abierto al público, con canchas de fútbol y multiuso; juegos infantiles, aparatos biosaludables, espacio para patinetas y áreas verdes. Habrá además una plaza de ingreso al Yeyo Úraga y otras plazas internas.

Ese futuro panorama es lo que emociona a los vecinos, que siempre consideraron a las canchas del complejo Pío López Lara, algo lejanas. “Estaban ahí, pero para nosotros eran como espacios privados”, dice Bryan Rehpany Cabanilla, de 24 años, quien vive en Gómez Rendón y Tungurahua.

Lourdes Suasnava, quien habita en Capitán Nájera y Los Ríos, dice que el barrio no tiene áreas verdes. El más cercano, el Forestal, está a un kilómetro.

Para cumplir sus jornadas de ejercicios, algunos vecinos se trasladan al parque de la Ferroviaria o al parque lineal del estero. Escenarios bastante distantes de sus casas.

Una situación que al parecer, hasta diciembre próximo habrá cambiado, cuando se terminen los trabajos.

Ese es el anuncio del Gobierno, que ejecuta por medio de una constructora de origen chino, la edificación de esta obra, que inició hace siete días.