Elecciones Ecuador 2025: los ‘partidos de alquiler’ y su sombra en próximos comicios
La mitad de los binomios presidenciales son candidatos sin historia en sus movimientos
Para las elecciones de febrero del 2025, una vez más se ha repetido el mismo fenómeno: candidatos sin partido y partidos en busca de postulantes foráneos.
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Las cifras llamativas de los binomios de 2025
Hay 16 binomios y solamente la mitad de los postulantes a la Presidencia son cuadros formados en las organizaciones que ahora los auspician.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) registra siete partidos políticos y 10 movimientos nacionales. Estos son los únicos que pueden, por sí solos, presentar una candidatura a la Presidencia y todos lo hicieron.
El número de candidatos no es lo más llamativo, sino más bien que solo la mitad de los presidenciables son afiliados o militantes en el partido o movimiento que los promociona.
La otra mitad responde a figuras que, sin ser cuadros de las organizaciones políticas, aspiran al máximo cargo en el 2025.
Esta cifra podría aumentar a nueve si se toma en cuenta que Carlos Rabascall, candidato de Izquierda Democrática, se afilió justamente para los próximos comicios.
Partidos y movimientos reciben dinero del pueblo para formación
¿Por qué llama la atención este fenómeno? El Código de la Democracia establece la obligatoriedad de que el Estado entregue recursos públicos para las organizaciones políticas mediante el Fondo Partidario.
Esa normativa señala que el 70 % de los recursos recibidos se deben utilizar en la formación, publicaciones, capacitación e investigación. Otro 20 % debe destinarse para la formación política de sus afilados. En teoría, eso implica un proceso de preparación de sus propios cuadros.
Para Carlos Aguinaga, expresidente del Tribunal Supremo Electoral, una de las razones para este fenómeno tiene que ver con la norma constitucional que, desde 2008, bloqueó la participación de ciudadanos independientes por fuera del régimen de los partidos políticos.
Ese principio, según Aguinaga, fue mutando hacia el alquiler de los partidos, la venta de candidaturas y, con eso, la aparición de las denominadas organizaciones de papel.
Pero hay otro elemento y tiene que ver con el rol del CNE. El analista en temas electorales Esteban Ron explica que ese organismo no ejerce una fiscalización real de la militancia y adherencias. En ese escenario, tampoco existen verdaderas escuelas de formación y, por lo tanto, primarias que sean solventes.
Ahora está en debate la posibilidad de que el Estado deje de financiar a los partidos. El presidente Daniel Noboa envió a la Asamblea su proyecto de reforma parcial para modificar la Constitución en ese sentido.
No obstante, para ambos expertos, esta no sería una solución para los partidos de alquiler.
Ron considera que dicha propuesta es populista, dado que cuando se elimina el financiamiento público sin tener el control sobre los recursos privados, se corre el riesgo de delitos como el blanqueo de capitales.
Aguinaga advierte que en la Asamblea están los representantes de los mismos partidos políticos y en ese escenario la propuesta podría estancarse. Añade que lo que se necesita para superar la crisis de las organizaciones políticas es trabajar en una nueva ley y financiamiento para los partidos y movimientos.
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