Los partidos, poco innovadores para seleccionar a sus cuadros

Para la elección de los miembros de la nueva Asamblea Nacional que se elegirá el próximo 20 de agosto algunos partidos políticos detallan sus procesos de selección de perfiles.

Se trata de requisitos que ya constan en el Código de la Democracia pero que las agrupaciones ofrecen tomar más seriamente en cuenta, sin endurecer los filtros.

Por ejemplo, el partido Sociedad Patriótica del expresidente Lucio Gutiérrez considera que en pro de precautelar la imagen de sus próximos asambleístas se analiza la hoja de vida de los candidatos, sus valores éticos, cívicos y morales, cosa que hacen en todas las elecciones. Afirma que la lista 3 no acepta personas con antecedentes penales, ni con grillete, ni otro tipo de procesos como glosas y demás, señaló el expresidente Gutiérrez.

Añadió que toman en cuenta el área académica, las acciones en favor de la sociedad así como los proyectos de ley que impulsará el candidato, en caso de llegar a la Asamblea.

Es que en el mes de marzo de este año la credibilidad de la extinta Asamblea Nacional era del 9.07 %, según los datos de la empresa Click Report. Esta cifra se dio a conocer a pocos días de empezar el segundo periodo legislativo.

El ambiente dentro de la Asamblea era tenso, pues se encontraban en medio de un proceso en el cual una facción de legisladores impulsaba el juicio político en contra del presidente Guillermo Lasso.

Según el análisis de la firma encuestadora mejorar la imagen del Legislativo estaba en las manos de los mismos asambleístas, pues la ciudadanía exigía acciones de su parte.

El expresidente Gutiérrez ofreció que sus nominados tendrán propuestas sólidas en el tema de seguridad y fomento productivo en todas las áreas.

Para Mauricio Alarcón, director de Ciudadanía y Desarrollo, los partidos políticos han ofrecido eso durante mucho tiempo sin resultado. “Ya han dicho que van a respetar los procesos democráticos, internos, lugares protagónicos para mujeres y hombres. Pasa una elección más y el resultado es el mismo. Es una promesa sin fundamento. Amanecerá y veremos”, señaló.

Y aunque parecería ser un lugar común, Guillermo Celi, representante de SUMA, menciona que en esas filas partidistas analizan en los candidatos sus capacidades, sus principios su ayuda y acción social emprendida en cada uno de sus sectores, así como las áreas a las que presentan.

Para SUMA es importante también que “se ajusten al debate de la agenda legislativa enfocada en la seguridad y generación de empleo y una acción fiscalizadora que permita cuidar los fondos públicos”. Celi afirma que su movimiento tiene claro que debe ayudar a “adecentar la Asamblea Nacional”.

Para Enrique Chávez, del tradicional partido Izquierda Democrática (ID), las razones por las cuales falla el proceso de selección de legisladores radica principalmente en que los partidos deben acogerse a las reglas del Código de la Democracia. Eso significa, a su juicio, que es complicado tener candidatos óptimos cuando el reglamento pide un 25 % de representación juvenil.

“Los partidos tratan de escoger sus mejores hombres y mujeres pero el Código de la Democracia es una camisa de fuerza”, señala Chávez.

El líder de ID cuestiona que jóvenes de 18 a 29 años ejerzan cargos públicos, pues manifiesta que en muchos casos son personas que no han acabado sus estudios, no tienen experiencia en la política, ni generan los recursos necesarios para enfrentar una campaña política.

“Los procesos no se ganan por decreto se ganan trabajando”, afirma. En el tema de las mujeres detalla que no a todas les gusta participar y una de las razones es porque los detractores políticos usan las redes sociales para dañar su honor.

Finalmente asegura que dentro de su partido buscan la forma de escoger los mejores representantes basados en su formación académica, de preferencia en política o similares.

La noche de este 24 de mayo el Consejo Nacional Electoral (CNE) convocó a las elecciones anticipadas que se realizarán el próximo 20 de agosto. La convocatoria se dio siete días después de la disolución de la Asamblea dispuesta por el presidente Guillermo Lasso.